El México que nos sostiene

La vida me ha dado la oportunidad de participar en muchas actividades profesionales, lo mismo en el sector privado que en el público. Y sin lugar a dudas una de las que más he disfrutado es la relacionada con ser miembro del Consejo de Administración de Agros, S.A. de C.V., una empresa productora principalmente de Tomates (jitomates, según los conocemos en México), mayoritariamente destinados a la exportación, la cual se encuentra ubicada en el municipio de Colón, en Querétaro, cerca de la maravillosa Peña de Bernal.
Como podrán ver mis lectores a lo largo de este texto, no solo es tan disfrutable por la posibilidad que me brinda de convivir con entrañables amigos muy cercanos desde hace varias décadas, de esos que hace uno pocos en la vida y que están siempre ahí, en las buenas, en las malas y en las peores. Siempre habré de agradecer a mi tan querido compadre, Enrique Portilla, Presidente del Consejo y principal accionista, que me haya invitado a vivir a su lado esta interesante experiencia, ahora en el sector de la producción de hortalizas. Y digo “ahora” pues ya habíamos tenido la oportunidad de compartir experiencias en campos muy diferentes, como el bursátil, muy al inicio de nuestra vida profesional. Y tanto en aquellos tiempos, como ahora, en algo tan diferente, he podido admirar la habilidad, pericia y capacidad empresarial de Enrique.
Decía yo que esta vivencia ha sido muy valiosa y estimulante, no solo por la convivencia con afectos como esos, sino porque, más importante aún, me ha dado la oportunidad de vivir la experiencia de una empresa 100% mexicana, que nace de cero y que ha llegado a conquistar logros de lo más interesantes y trascendentes para la vida de las comunidades entre las que se encuentra establecida. Y me ha permitido constatar que, a pesar de las vicisitudes a las que se enfrentan las empresas en nuestro país, es posible emprender, tener éxito, crecer y, lo mejor, crear empleos permanentes y cada día mejor remunerados, que cambian la vida de muchas familias para siempre.
Hace apenas unos días, en medio de este ambiente de posibles deportaciones masivas y de amenazas a nuestro comercio internacional que pareciera tenernos sumidos en el temor y la pesadumbre, tuvimos nuestra sesión número 99 y lo que tratamos en ella me ha llevado a compartir con mis lectores la experiencia, pues creo que viene mucho a cuento ante esa sensación de desánimo que de repente suele llenar el ambiente y que pareciera sugerir que no hay esperanza alguna y que todo es gris en el horizonte.
En medio de noticias todas alentadoras respecto a la producción, la calidad de nuestros tomates, las exportaciones exitosas, las ventas crecientes en el mercado nacional y los avances en la productividad, bajo la atinada dirección del gran José Ignacio Moreno, se nos informó acerca de una situación que, no obstante que significa para nosotros un reto a futuro, me causó una íntima satisfacción: resulta que cada día se complica más la contratación de trabajadores en la región.
Se nos informó que la demanda de mano de obra en el estado de Querétaro crece año con año y que el municipio de Colón no es la excepción. En este pequeño municipio en el año de 2016 se generaron 7,200 empleos directos, con una inversión de alrededor de 560 millones de dólares. Nosotros mismos, en la empresa, hemos incrementado el 50% nuestro personal en 5 años.
Se nos mostró información que indica el inicio reciente de operaciones de dos empresas alemanas de autopartes (1,600 trabajadores en dos etapas) y otra de electrodomésticos (400 trabajadores). Igualmente, una firma canadiense que generará 350 empleos directos, una americana (100 empleos) y dos francesas (550 trabajadores). Las remuneraciones por su parte, oscilan entre los 4,000 y 14,000 pesos mensuales, dependiendo de la especialización y habilidades requeridas para cada tipo de empleo.
A su vez, se nos reportó que para 2017 se tiene prevista la apertura de dos empresas, por las cuales compiten Nuevo León y Querétaro, una de ellas Samsung y otra Distribución, Suspensión y Dirección (SYD), a las que hay que sumar tres nuevas firmas del sector aeroespacial, cuatro del automotriz y una más de alta tecnología en lugares un poco más distantes. A todo ello, sumemos la construcción de tres nuevos parques industriales: PIA Industrial Park, Proyecto Aeroespacial Vesta Colón y Proyecto Automotriz Vesta Colón.
Ahí pudimos ver los llamativos anuncios colocados por todas partes, en los que se solicita “urgentemente” personal, se ofrece transporte gratuito a otros municipios, la contratación inmediata con buena remuneración y bonos de productividad, lo cual explica el sensible incremento en la rotación de nuestro personal, lo que nos complica mucho el proceso de producción por el tiempo que se pierde en la capacitación de nuevos trabajadores de manera que puedan producir eficientemente. Baste señalar que durante 2016 tuvimos 432 altas y 371 bajas de personal.
No hay duda de que buena parte de nuestro éxito se debe a las chicas y chicos con que contamos, quienes deben ser nuestro principal interés y preocupación. Por ello es que hemos decidido hacer un esfuerzo especial para conservarlos y arraigarlos lo más posible, logrando con ello algo que ha sido nuestra principal aspiración: asociar a los trabajadores a nuestro crecimiento en el mediano y largo plazo, con las ventajas que ello ofrece, para consolidar su patrimonio, estabilidad y posibilidades de un retiro digno. Y ello será posible debido al incremento considerable y continuado de nuestra productividad, lo que permitirá que la suma total de remuneración y prestaciones, represente la misma proporción de nuestras utilidades, con lo que queda demostrado que es posible lograr una fórmula de “ganar, ganar” y construir un país con oportunidades para todos.
Al ver esto, me pregunto si ese país que constantemente aparece mencionado en los grupos de chat a los que pertenezco y que se presenta con desesperanza, pesimismo o abatimiento, es el mismo, prometedor y estimulante que vivo en cada junta de consejo de Agros. No lo sé, pero lo que sí me queda claro es que éste último es el que nos sostiene como una nación con futuro.>