Por la mañana, sus padres llevaron a José a la estancia infantil «Alegría» ubicado en la colonia Maravillas en el municipio de Nezahualcóyotl, y unas horas después les llamaron para avisarles que el niño «no se encontraba bien».
La primera en llegar fue la abuelita de José, a quien le indicaron que el menor se había atragantado, pero al arribar los cuerpos de auxilio detectaron que el menor de dos años de edad, había muerto ahogado.
Vicente Ramírez García, director operativo de la Policía de Nezahualcóyotl, informó que al cuestionar a la profesora a cargo del menor, reconoció que José se había caído en una cisterna.
Lo que encuentran los paramédicos es a un menor que después de que lo revisan se determina que el deceso fue por ahogamiento, no por atragantamiento, ya preguntando los demás médicos con sus compañeros y eso, bueno refieren que cayó a la cisterna», apuntó el oficial.
El menor tenía apenas 15 días de haber ingresado al plantel y, según reportes de sus padres unos días antes habían detectado que el menor presentaba rosaduras, por lo que en esa ocasión le reclamaron a la directora.
Padres de familia aseguran que eran constantes los maltratos y descuidos a los menores.
Empezamos a darnos cuenta que el niño llegaba todo orinado, con olor a popó y le veníamos a decir que porqué no lo cambiaban, qué pasaba y nos decía que sí, pero no solamente estoy cuidando a su niño, tengo que cuidar a otros 25 más», señalan los familiares.
Leticia, una exprofesora de la estancia infantil, comentó que veía mucha incompetencia de la directora.
«No me gustó porque a los niños les dejaba llorar hasta que se dormían, les gritaba cállate no llores más, es un niño tiene que llorar, les gritaba y el niño lloraba más y más hasta que se quedaba dormido».
Los padres señalan que incluso no les daban de comer en la estancia infantil que según el rótulo de la fachada, pertenence al programa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Vino la abuelita y tardaron mucho en entregarle a mi niño, casi 20 minutos y se lo entregaron todo cagado todo orinado y el pantalón estaba todo hecho un desastre, no había comido mi bebé, siempre llega a pedir de comer. A él lo vienen a traer a las tres y siempre llega pidiendo comida, no le dan de comer», narró la mamá de otro niño que acude a la misma estancia.
En la estancia donde se atendía maternal y kínder, había 80 menores registrados, quienes presuntamente sólo eran atendidos por tres personas. La directora Rosa Estefani y cuatro profesoras más fueron llevadas a la agencia del Ministerio Público para deslindar responsabilidades, mientras los padres de familia exigen justicia.
La Sedesol aclaró en un comunicado que dicha estancia fue suspendida por irregularidades en su funcionamiento al no permitir la verificación del personal de la dependencia desde el 15 de diciembre del año pasado.