CIUDAD DE MÉXICO.-Pareciera que los libros flotan sobre la cabeza de sus visitantes, la luz se mete por las rendijas que forman las ventanas del edificio, colándose entre el espacio que dejan los libreros. La perfecta geometría de sus anaqueles que albergan cientos de historias antiguas y modernas, hace de la Biblioteca Vasconcelos un oasis para los lectores en la Ciudad de México.
Siete pisos divididos en tres edificios componen esta mega biblioteca que cumplió el pasado 2016 sus primeros 10 años de existencia y en cuyos pasillos y libreros más de 500 mil ejemplares abren a los curiosos un mundo de inmensas posibilidades.
Ubicada sobre Eje 1 Norte Mosqueta esquina calle Aldama, colonia Buenavista de la delegación Cuauhtémoc.
Pero este recinto ubicado al norte de la ciudad, en la zona de Buenavista específicamente, es más que una biblioteca pública, es un espacio para la creatividad, la convivencia y el intercambio de conocimientos e ideas.
Sus 26 mil metros cuadrados de acceso libre, repartido entre la biblioteca y sus jardines surrealistas, permite a capitalinos y foráneos disfrutar de espacios dignos de ser recorridos y compartidos. «Hay gente que sólo viene a hacer tareas, es el uso de un espacio público», comparte Orlando Trujillo, voluntario de la biblioteca mientras recorre la planta baja del recinto y explica sus bondades a un grupo de visitantes.
La mayoría de las actividades y talleres que ofrece la biblioteca tienen como escenario la planta baja, mientras que los niveles superiores albergan los anaqueles repletos de lecturas y visitantes ávidos de experiencias.
En un tiempo en el que la inclusión es imperante, la biblioteca propone una sala para débiles visuales y ciegos, en donde podrán encontrar audiolibros y textos en braille, además de lecturas en voz alta. Aquellos interesados en experimentar del mundo más allá de lo que hay a simple vista, tienen disponible un taller donde es posible aprender a leer y escribir braille, eso si, previa inscripción.
Horario: Lunes a domingo de 8:30 a 19:30 horas.
Una de las salas que se utiliza como espacio de usos múltiples, es escenario de debates sobre películas, presentaciones de libros o charlas que programa semanalmente la biblioteca y cuyo calendario publica a través de sus redes sociales puntualmente.
Quizá uno de los talleres más socorridos dentro de las actividades es el de computación, que ofrece a los interesados cursos básicos sobre el uso de este instrumento y sus distintos programas. No tiene ningún costo.
Mientras que la sala de audiovisuales, permite a los visitantes disfrutar de documentales, películas o cursos de autoaprendizaje de idiomas en las múltiples computadoras, reproductores DVD y Blu-Ray, cuyo único requisito es que cada uno traiga sus audífonos «por aquello de la higiene» explica Orlando. Los diversos materiales se encuentran disponibles en las plantas superiores para consulta o préstamo a domicilio.
Si ver el material en un monitor de 13 pulgadas no convence a los asistentes, es posible disfrutar de los ciclos de cine en la pantalla que ostenta el auditorio de la biblioteca -ubicado en el edificio C- cuyas proyecciones se programan con anticipación y se anuncian tanto en su página oficial, así como Facebook o Twitter. Mismo espacio que da oportunidad a presentar foros de discusión conciertos y actividades teatrales.