Tos crupal, ronquido peligroso

En la época invernal algunos virus atacan las vías respiratorias y causan daños como resfriados, gripe y tos. Una variante de esta última es la denominada tos crupal, que provoca dificultad para respirar, y afecta principalmente a los niños entre 3 meses y 5 años de edad. Los gérmenes producen inflamación de garganta, tráquea y cuerdas vocales, por lo que el enfermo se ve en la necesidad de respirar a través de la laringe y emite un sonido similar a un ronquido (conocido como estridor). Uno más de los motivos para que aparezca esta enfermedad es que la tráquea sea más estrecha de lo normal, o bien, que existan antecedentes de alergia.
La tos crupal presenta en el inicio síntomas parecidos a los de una gripe común, pero además se acompaña de voz ronca y molestias en el área de laringe o pecho.
Por la noche se hace manifiesta la peculiar tos, debido a que el volumen de respiración disminuye al dormir y los músculos del cuello no trabajan normalmente, además de que es común que se presente fiebre.
Es entendible que los padres se alarmen cuando oyen que su hijo tose de esta manera. No obstante, en tanto se tiene la atención de un médico, lo primero es tranquilizar al pequeño, ya que llanto y agitación inflaman aun más las vías respiratorias. Por esta misma razón el paso de la comida por tráquea y garganta es doloroso, así que sea paciente con el pequeño y proporciónele muchos líquidos, tibios y endulzados con miel, de preferencia.
Trata de colocarlo en una posición cómoda y, de ser posible, mantén húmedo el aire de la habitación (un humidificador es muy útil), ya que al aire seco empeora la situación.
En caso de que la dificultad respiratoria continúe, que el ritmo cardiaco aumente, que el niño se deshidrate o que su piel se torne azulosa, acudan de inmediato a un hospital.
Una vez pasada la emergencia, deberás consultar al pediatra para que éste descubra la causa que produce la tos crupal y prescriba el tratamiento más adecuado. Por lo pronto, abriga muy bien a tus hijos y cubre su boca y nariz cuando acudan a un sitio donde concurran muchas personas, pues el contacto directo con alguien que porta el virus es la vía de acceso más fácil para contagiarse.
Recuerda que los niños, junto con las personas de la tercera edad, son el sector de la población más susceptible a sufrir esta variante de la tos. Además de las precauciones básicas antes citadas, alimentación sana y ejercicio les brindará un escudo que ningún virus podrá atravesar. Asimismo, es síntoma de gripe, resfriado, amigdalitis, faringitis, laringitis y mononucleosis (enfermedad infecciosa que afecta las defensas del organismo e hígado).
La garganta es una cavidad que se extiende desde la parte posterior de nariz y boca hasta tráquea y esófago; tiene distintas funciones, entre ellas la conducción del aire que se respira, deglución de alimentos y líquidos, y habla. Asimismo, permite que se expulse cualquier material extraño que se haya introducido a pulmones y bronquios.
Al ser una zona de paso de diversas sustancias se encuentra expuesta a infecciones, inflamación e irritación; esta última puede tener otros orígenes, como lesiones provocadas por la deglución de alimentos o bebidas demasiado calientes, fumar en exceso o ingerir gran cantidad de productos muy dulces, ácidos o picantes.
Si bien la irritación de garganta llega a desaparecer con rapidez y, por lo general no requiere tratamiento intensivo, cuando persiste más de tres días y va acompañada de fiebre alta, tos, estornudos y secreciones, es necesario consultar al médico.
Causas
Gripe.
Resfriado.
Alergias.
Cambios bruscos de temperatura.
Fumar en exceso.
Exposición a contaminantes ambientales y sustancias tóxicas, como humo, cloro, amoniaco y solventes.
Respirar por la boca, pues permite contacto directo con microorganismos.
Higiene bucal deficiente.
Gritar exageradamente.
Amigdalitis (inflamación de las amígdalas, estructuras que también se conocen como anginas).
Mononucleosis infecciosa, también conocida como «enfermedad del beso», es ocasionada por el virus de Epstein Barr, el cual ataca al sistema linfático (defensas del organismo), bazo (órgano que fabrica elementos que defienden al cuerpo de infecciones) y parcialmente al hígado. Dicho microorganismo se encuentra en la saliva y puede transmitirse de una persona a otra a través de tos, estornudos y besos; sin embargo, también puede propagarse por sangre, trasplantes y contacto sexual.
Síntomas
Sensación de cosquilleo.
Enrojecimiento.
Ronquera, pérdida parcial de la voz.
Inflamación.
Dolor y ardor al tragar saliva o alimentos.
Los síntomas de amigdalitis incluyen irritación y dolor de garganta, fiebre.
La faringitis se manifiesta mediante irritación e inflamación de garganta, molestias al tragar alimentos, dolor de cabeza, falta de apetito, alteración del sentido del gusto, acumulación excesiva de moco o flemas, fiebre, se puede sentir un cuerpo extraño en garganta (como si fuera moco que no se puede tragar), tos y, en algunos casos, sensación de ahogo.
Las molestias que presentan quienes padecen laringitis son ronquera o pérdida de voz, malestar y ardor en garganta, y pueden haber fiebre, dolor al tragar alimentos y tos con flemas.
En la mononucleosis, después de que el virus ingresa al cuerpo, puede transcurrir hasta un mes antes de que se presenten síntomas, pero una vez que se manifiesta la infección inicia de forma parecida a la gripe, hay fiebre alta (hasta 40°), dolores de cabeza y muscular, así como malestar general.
Posteriormente, los ganglios linfáticos (escudos defensivos del organismo) del cuello, axilas e ingle se inflaman, y pueden aparecer los siguientes malestares: dolor e irritación de garganta, pérdida del apetito, náuseas, vómitos, dificultad para respirar, dolor abdominal, crecimiento del bazo e hígado, erupción de ronchas en la piel y manchas oscuras en el paladar.
Diagnóstico
Se realiza tomando en cuenta los síntomas antes citados.
A través de la observación directa, pues la garganta luce roja, inflamada y con una capa blanquecina.
Se hace un interrogatorio acerca de los síntomas.
Se analizan muestras de secreciones tomadas en la zona afectada con un hisopo, lo cual permite determinar si la afección se debe al ataque de virus o bacterias.
Al tragar líquidos o saliva hay malestar.
En algunos casos, tos con flemas.
Cuando se sospecha de mononucleosis, el médico solicita análisis de sangre, el cual revela, en caso de que se tenga la infección, aumento en el número de glóbulos blancos (componentes de la sangre) y anticuerpos (elementos que contrarrestan efectos dañinos de microorganismos) llamados heterófilos.
Prevención
Evitar cambios bruscos de temperatura.
Procurar no gritar en exceso.
Dejar de fumar, para lo cual puede recurrirse a deshabituantes del tabaco.
Si es a causa de alergia es indispensable evitar el contacto con el elemento que la ocasiona (polvo, sustancias irritantes, polen o pelo de animales); asimismo, puede recurrirse a un antihistamínico.
Tener buena higiene bucal, la que puede facilitarse con el uso de enjuagues y antisépticos bucales.
Incrementar el consumo de alimentos ricos en vitamina C (contenida en naranja, limón, guayaba, mandarina, tangerina, kiwi, col de bruselas y fresa) para fortalecer el sistema inmunológico (aquel que se encarga de defender al organismo de infecciones). Este aporte puede apoyarse con suplementos vitamínicos.
Abrigarse en días fríos.
No exponerse a sustancias químicas.
Procurar que resfriados y gripes se curen completamente para evitar complicaciones, para ello es necesario descansar y recurrir a antigripales.
Tratamiento
Para aliviar la garganta irritada se recomienda la administración de pastillas de venta libre indicadas para controlar esta molestia.
Las soluciones antisépticas atacan a microorganismos y calman los síntomas.
Ingerir bebidas calientes endulzadas con miel.
El dolor de cabeza y muscular puede controlarse con algún analgésico.
Si se presenta fiebre puede recurrirse a antipiréticos.
En caso de haber tos deben administrarse antitusivos y expectorantes.
Seguir dieta semisólida, es decir, a base de sopas y purés para que la deglución no sea dolorosa.
En caso de amigdalitis se requieren antibióticos que sólo el médico debe recetar.
Cuando la garganta irritada es ocasionada por faringitis se recomienda hacer gárgaras con soluciones antisépticas, utilizar expectorantes, antitusivos y pastillas de venta libre, administrar analgésicos y antipiréticos (controlan dolor de garganta y fiebre), evitar fumar e ingerir gran cantidad de líquidos.
Si se presenta a causa de laringitis lo recomendable es descansar la voz, hacer gargarismos con antisépticos, consumir líquidos en abundancia y emplear antitusivos, expectorantes y pastillas para aliviar la irritación.
Ante los primeros síntomas de mononucleosis debe acudirse inmediatamente al médico, quien recomendará reposar en cama 2 ó 3 semanas, aumentar la ingestión de líquidos, administrar antivirales, analgésicos y antipiréticos (para combatir fiebre) a fin de reducir las molestias; además aconsejará evitar cualquier tipo de esfuerzo físico, ya que éste podría ocasionar ruptura del bazo debido a que este órgano se encuentra inflamado y sensible.