Cosas de la Ciudad

SAN LUIS NO TIENE MIEDO. Con ese grito al menos dos mil personas manifestaron su rechazo al aumento a la gasolina. En Salvador Nava y Chapultepec, donde se encuentran dos grandes consorcios comerciales, los manifestantes gritaron consignas contra los que se han convertido blanco de insultos: Enrique Peña y Donald Trump. También corearon gritos de “Peña, entiende, la Patria no se vende”. Llamó la atención que los manifestantes se condujeron pacíficamente, es decir, no hubo saqueos ni vandalismos, algunos comercios por donde transitó la marcha cerraron sus puertas, pero en ningún momento hubo siquiera el amago de crear algún conflicto extra. En la Plaza de Armas comenzaron a dispersarse y el centro de la ciudad vivió un sábado como cualquier otro, con gente paseando, o comprando en los locales adyacentes que ni se inquietaron o ni sabían que había cientos de potosinos marchando contra el aumento a la gasolina y contra lo que llamaron, vergonzoso derroche de dinero que hacen los servidores públicos en San Luis Potosí.
NI OYEN NI VEN. Hablando de despilfarradores, muchas críticas se han vertido en contra de la decisión de los diputados locales que se van a comprar autos nuevos en pleno descontento de la ciudadanía por el alto costo de la vida que se está viviendo en San Luis Potosí. Informaron ellos mismos, que con 6 millones 300 mil pesos los 27 diputados locales van a estrenar mínimo un Cruze, de esos que Donald Trump ha puesto en la mira con sus amenazas de sancionar a la GM por fabricarlos en México. Manuel Barrera Guillén dice que no usa carro oficial, y seguramente no faltarán algunos que vayan a decir lo mismo, aunque luego se sabe que sus asistentes son quienes después los usan hasta para ir por las tortillas. En fin, por lo visto a varios diputados lo que menos les interesa es lo que digan sus representados, a quienes el año entrante van a volver a pedirles otra vez su voto.
PROPUESTA DE RISA. Ahora resulta que diputados del PAN quieren modificar el Presupuesto 2017 para bajar algunos impuestos que en diciembre le aprobaron al gobierno de Juan Manuel Carreras López, porque, dan a entender, están arrepentidos de la monstruosa carga que le han impuesto a los potosinos por no dimensionar lo que se venía este año con los precios de la gasolina. Pero con una sonora carcajada les respondieron desde las oficinas de Finanzas del estado. José Luis Ugalde dijo que el diputado Enrique Flores Flores, aparte de ser muy ocurrente, ni idea tiene de la administración pública.
LE RECARGAN ENERGÍA. La determinación que tomó el CEEPAC para que la Auditoría Superior del Estado aplique alguna sanción al alcalde capitalino Ricardo Gallardo Juárez por considerar que los potosinos con solo escuchar la palabra gallardía se acuerdan de él, raya en lo absurdo para el dirigente del PRD, José Luis Fernández Martínez. Asegura que el acuerdo del CEEPAC lo tumbarán fácilmente en los tribunales. Lo cierto es que al traer para allá y para acá la palabra gallardía, el PAN y la misma autoridad electoral hacen que más potosinos crean que no pueden esconder el miedo que le tienen al Gallo y lejos de apanicarlo a él, lo fortalecen más frente al 18.
INMOBILIARIA Y AGENCIA DE AUTOS. Además, la ASE ya parece inmobiliaria y agencia de autos usados, pues a quienes ha sancionado el organismo, lo único que le han dado a la ASE son terrenos y carros usados, como lo hizo últimamente el ex titular del INTERAPAS, que con una camioneta usada y algo traqueteada, expió sus culpas. Así que si llegan a sancionar a Gallardo por andar con mucha gallardía en la calle, seguramente pagará con otro carro usado, si no es que hasta con un costal de alitas. Por cierto, se asegura que el titular de la ASE podría dejar el cargo por cuestiones de salud. Lo curioso del caso es que mientras que unos se enferman por la mala vida que el destino les da, el funcionario en mención ha mermado su salud pero por la buena vida con que el Creador lo distinguió.
EN MÁS DE LA FORD. La indignación de los potosinos con la armadora Ford comienza a tomar ciertos rumbos que podrían direccionarse a las autoridades estatales. Si bien comienzan a comprender que el gobernador poco o nada puede hacer ante una decisión de éste tipo, el descontento va sobre sus colaboradores, que si no le dieron a la empresa estadunidense “algunas” cosas más, es porque seguramente no se las pidieron, que si no.