El cuerpo femenino es pieza milagrosa de la ingeniería natural, pues entre diversas funciones, mes con mes atraviesa por un ciclo lleno de cambios, el cual está diseñado para posibilitar un embarazo si así lo desea. La menstruación es su signo más evidente, pero no menos importantes son aquellos acontecimientos que ocurren en nuestro interior.
Es por ello que, regularmente, a las mujeres nos clasifican como personas con humor inestable, pues unos días andamos por las nubes y otros por los suelos sin razón aparente, a veces tenemos gran entusiasmo, estamos llenas de energía, cargadas de ideas e incluso nos sentimos más sexys y atractivas. Sin embargo, hay días en que dormimos mal, despertamos peor, no dejamos de comer y nos sentimos espantosas.
Por lo anterior, es importante conocer cada una de las fases del ciclo menstrual, pues nos permitirá identificar de mejor manera qué días nos encontramos más seductoras y con vitalidad, y cuándo nos conviene quedarnos en casa entre cojines y viendo alguna película o escuchando nuestra música favorita.
¿Cuáles son?
El cerebro regula el funcionamiento del sistema hormonal de la mujer para que exista perfecta coordinación entre ovarios (productores de hormonas) y cuerpo (receptor); entre las principales hormonas se encuentran:
Estrógenos. Aportan vitalidad física, psicológica y sexual, nos hacen sentir dinámicas y optimistas, además de atractivas, sexys e irresistibles ante las miradas masculinas. Asimismo, determinan la distribución de grasa en el cuerpo, promueven la pigmentación de pezones y región genital, así como el comportamiento, en particular el deseo sexual. Por otra parte, mantienen en buen estado la consistencia del esqueleto al impedir la salida de calcio de los huesos durante la edad reproductiva e inducen elevación del colesterol bueno, lo que disminuye riesgos de presentar infarto de miocardio (tejido muscular del corazón).
Progesterona. Es la «culpable» de la inflamación y cansancio que sentimos justo antes de que nos llegue la regla, aunque también nos relaja. Además, ocasiona que las glándulas mamarias aumenten de tamaño, especialmente en los días previos a la menstruación, y estimula moderada retención de agua y sal por parte del riñón, lo que se traduce en discreto incremento del peso. Gracias a su acción sobre el cerebro puede influir en la temperatura del cuerpo, al tiempo que estimula los centros respiratorios. Andrógenos. Son hormonas sexuales masculinas (testosterona y androstenodiona) producidas por los ovarios en pequeñas cantidades, las cuales agudizan los cinco sentidos, aumentan el apetito sexual y nos permiten desempeñarnos mejor en nuestras labores.
Antes de la menstruación
Se presenta desequilibrio entre estrógenos y progesterona, lo que ocasiona el síndrome premenstrual (caracterizado por mal humor, cansancio, tensión nerviosa, dolores abdominal y de cabeza), en tanto que el nivel de andrógenos sube ligeramente y desata el deseo sexual. Ahora veamos con más detalle lo que dichas hormonas nos causan:
Cuerpo. Retención de líquidos (hinchazón e incremento temporal de peso), aumento del apetito (particularmente por pan, pastas y dulces), cabello opaco y brote de acné (debido a la acción de los andrógenos); definitivamente no está en su mejor momento.
Mente. Irritabilidad, nerviosismo, cambios de carácter, tristeza, melancolía e, incluso, acentúa la depresión.
Sexo. El deseo aumenta y, en algunas mujeres, permanece durante la menstruación (la actividad sexual es excelente para liberar el malhumor).
Durante la ovulación
En esta fase, aproximadamente al 14o día de que inicio la menstruación, la concentración de estrógenos se encuentra en el punto máximo, lo que permite que se acentúe la actividad de los cinco sentidos; a continuación te mostramos qué ocurre en nuestro cuerpo:
Cuerpo. Puedes sentir que se endurece la parte baja, derecha o izquierda del abdomen, donde están los ovarios.
Mente. Confianza en tí misma, competitividad y efectividad llegan al tope, por ello, sea cual sea tu proyecto no pierdas el tiempo, pide aumento de sueldo, pon en marcha ese plan que tanto has preparado o confiesa tus sentimientos a tu amado; en tres palabras ¡ve por tu objetivo!
Sexo. Serás más deseable para los hombres debido a los estrógenos y, a causa de los andrógenos, es seguro que tus actitudes hacia el sexo opuesto sean más abiertas, además de que se incrementará tu apetito sexual; pero cuidado, el riesgo de embarazo es muy alto.
Ahora es turno de la progesterona, que prepara el terreno para una posible maternidad al transformar la mucosa uterina en sustancia esponjosa donde se implantaría el óvulo, asimismo, incrementa la temperatura corporal en casi un grado, razón por la que te sientes más relajada.
Cuerpo. Sólo tienes ganas de dormir y necesitas cuidarte tanto física como mentalmente, motivo por el cual es momento de hacer ejercicios de yoga, control mental o de estiramiento.
Mente. Mejora tu capacidad de reflexión, seguramente te apetece poco salir y sientes necesidad de limpiar y ordenar la casa, parece como si, inconscientemente, prepararas el nido para el bebé.
Sexo. Tienes ganas de acariciar y ser correspondida, además de que estás dispuesta a todo para lograrlo, pero las hormonas no juegan a tu favor, los hombres te ven menos deseable.
Después de la menstruación
Es el mejor momento, pues los estrógenos suben para permitir el desarrollo del siguiente óvulo y la progesterona se mantiene en mínimo nivel, como resultado se obtiene magnífica inyección de energía física y mental.
Cuerpo. Te sientes en forma, tu energía se encuentra al máximo, tu figura luce en todo su esplendor y tu cabello y piel están suaves.
Mente. Tienes ganas de emprender cosas nuevas, salir a la calle y hacer planes, por lo que se considera el mejor momento para trazar nuevas metas en el trabajo o proyectar viajes.
Sexo. Tu poder de seducción ha aumentado.
Ordena tu agenda
A pesar de que los cambios son múltiples y quizá en ocasiones no estemos en nuestro mejor momento, bien pueden aprovecharse para calendarizar de mejor manera las actividades, aquí te ofrecemos algunos consejos:
Estilista. Conviene ir entre el final de la regla y la ovulación, ya que el incremento de los estrógenos da al cabello más belleza.
Masaje. Hay que acudir la semana que antecede a la regla, de esta manera se estimula la circulación y reduce la hinchazón propia de esta fase.
Depilación con cera. Realízala después de la ovulación, pues la progesterona ocasiona que los vasos capilares se dilaten y sea más fácil la extracción del vello.
Dentista. Es preferible visitarlo durante la primera semana después de la ovulación debido a que en este periodo estás más relajada y ello te hace menos sensible al dolor.
Dermatólogo. Acude una semana antes de la menstruación porque es cuando empeoran los problemas en la piel.
Ginecólogo. Cuando no estés en los días de sangrado, esto por cuestión exclusivamente higiénica, aunque no es imprescindible.
Papanicolaou. Programa tu cita cuando ya no estés menstruando, ya que la presencia de sangre resta efecto al análisis de la muestra de células del cuello del útero.
Autoexploración mamaria. Practícala en fecha lejana al periodo premenstrual porque durante éste los senos se tornan rígidos.
Donación de sangre. Procura que sea dos semanas antes de la regla, pues existe el riesgo de que presente anemia debido a la pérdida de sangre.
Ten en mente que el ciclo menstrual no tiene porque ser un impedimento para disfrutar de todo lo que nos rodea, al contrario, nos proporciona elementos que nos hacen más productivas e indica cuándo debemos dedicar tiempo al descanso y reflexión.