El Gobierno de Turquía lanzó un operativo de grandes proporciones, y que involucra a policías y militares, para localizar al autor material de la matanza ocurrida la noche de Año Nuevo en una exclusiva discoteca de Estambul. El primer atentado terrorista de 2017 ha dejado saldo hasta el momento de 39 personas muertas y 69 lesionadas.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, afirmó que ya cuentan con algunos datos del atacante, quien huyó tras disparar contra más de 700 personas que celebraban el inicio de año en la discoteca Reina, en la ribera del Bósforo. El agresor aprovechó el caos generado por el tiroteo para ocultarse entre las víctimas y escapar.
“Es un terrorista como ya los conocemos. Disparó al policía de la puerta, entró y ametralló y mató a personas inocentes” dijo Yildirim. De las 39 víctimas mortales, 25 hombres y 14 mujeres, 11 son ciudadanos turcos y 24 de otros países, mientras que quedan cuatro cuerpos sin identificar.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se deslindó de los ataques y las primeras líneas de investigación apuntan a la intervención del grupo terrorista Estado Islámico.