Indagan intervención del Estado Islámico en ataque de Turquía

Autoridades turcas sospechan que el hombre que mató a 39 personas en una famosa discoteca de Estambul, donde cientos de personas celebraban el Año Nuevo, habría actuado por sus vínculos con el Estado Islámico. El ataque marca un sangriento inicio de año en Turquía, tras un 2016 en el que el país se vio sacudido por numerosos atentados y un golpe de Estado fallido.

El atacante empezó a disparar a la 1:15 horas del domingo en el famoso y exclusivo club Reina, situado a orillas del Bósforo, donde 700 o 800 personas festejaban el Año Nuevo.

La televisión NTV afirmó que el atacante había disparado entre 120 y 180 veces durante unos siete minutos sembrando el pánico, lo que hizo que incluso algunas personas se lanzaran a las gélidas aguas del estrecho del Bósforo para escapar a la matanza.

El primer ministro turco Binali Yildirim calificó de “infundados” informes según los cuales el asaltante iba disfrazado de Santa Claus y explicó que el agresor dejó el arma en el lugar de la masacre y “aprovechó la anarquía” del momento para huir.

El jefe del Gobierno no especificó el tipo del arma usado, que según algunos testigos era una ametralladora “kalanishkov”, mientras que otros hablan de un “arma automática”.

Antes de entrar y de abrir fuego en este club nocturno, muy frecuentado por extranjeros, el asaltante abatió a un policía y a un civil que se encontraban delante de la discoteca, precisó el gobernador de la ciudad, Vasip Sahin.

Según el último balance provisional de las autoridades, 39 personas murieron, de los cuales al menos la mitad eran extranjeras, y 69 resultaron heridas.

Los grupos sospechosos

Turquía ha sido objeto de varios ataques vinculados con la rebelión separatista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o atribuidos al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Si bien todavía nadie ha reivindicado el atentado en la discoteca, las emisoras turcas señalan que la policía centra sus investigaciones en el grupo terrorista Estado Islámico (EI).

La agencia de noticias Firat, que es cercana al PKK, citó a su líder Murat Karayilan diciendo que ninguna fuerza kurda estaba implicada en el ataque.

El Reina, centro nocturno de la alta sociedad

El club Reina es un conocido lugar de ocio de la alta sociedad de Estambul y era frecuentado por celebridades, futbolistas y empresarios. Un camarero del local indicó que en el local había unas 600 o 700 personas festejando la llegada del 2017.

Según relatan testigos, numerosos clientes de la discoteca se lanzaron al mar para evadir las balas y la Guardia Costera realizó una operación de rescate para salvarlos.

El dueño del club, Mehmet Koçarslan, aseguró que los servicios secretos estadounidenses ya habían avisado de posibles ataques una semana antes y que se tomaron medidas adicionales de seguridad en los diversos establecimientos a las orillas del Bósforo.

“Venimos a pasar un buen rato, pero todo se transformó en caos, en una noche de terror”, explicó Maximilien, un turista italiano que hacía la cola en la entrada cuando llegó el agresor. El futbolista Sefa Boydas, otro de los asistentes a la fiesta, contó que, conforme avanzaba para escapar de la pesadilla, “las personas se pisoteaban las unas a las otras”.

CLAVES
Primeras reacciones tras el atentado

Condena. El ataque suscitó reacciones de indignación en el mundo. Los gobiernos de Washington, Moscú, París, Londres y Berlín, así como el papa Francisco, condenaron los hechos.

Presidencia. En su primera reacción a la matanza, el presidente Recep Tayyip Erdogan afirmó que este atentado busca “destruir la moral del país y sembrar el caos tomando deliberadamente por blanco la paz de la nación y los civiles con estos ataques de odio”.

Censura. Las autoridades turcas impusieron tras el ataque un bloqueo informativo, una medida habitual después de grandes atentados en el país eurasiático.