Cosas de la Ciudad

A EMPUJONES. Así cierra el año 2016, a empujones. Tal vez en la memoria de los potosinos haya algún año que en especial les haya resultado difícil, sin embargo, en esta ocasión la mayoría coincide en que el 2016 ha sido un año con marcados claroscuros, sobre todo en su manera de cerrar. Para muchos indudablemente el año que está por concluir les ha de haber dado alegrías en su trabajo, en su hogar y hasta en sus finanzas personales, pero al parecer a la inmensa mayoría el 2016 se despide con un amargo sabor de boca, sobre todo por el desempeño de sus autoridades cuando se trata de solucionar problemas masivos, como el desabasto de gasolina y el anuncio de la liberación de los precios de la misma.
LO QUE VIENE. Lo que se vino más bien dicho. Pues los abarroteros de la Central de Abastos ya anunciaron nuevos precios desde antes de que iniciara el año nuevo. Aunque en las tiendas de las colonias, sus propietarios ya desde antes habían subido sus precios en bastantes artículos de la canasta básica, bajo el argumento de que sus proveedores ya les estaban dando todo a nuevos precios. No por la gasolina que fue mucho después, sino por el dólar que casi todo el año estuvo marcando nuevos máximos históricos.
VAYA COMBINACIÓN. Si hay múltiples cosas que dicen que no se deben de mezclar porque sus consecuencias pueden ser fatales, imagínense la combinación que se echó México encima, Dólar-Gasolina. Y si a ese coctelito le agregamos una dosis de corrupción e impunidad, ahora sí que las consecuencias pueden ser de pronóstico reservado. Una cruda así sólo la puede aguantar el pueblo mexicano.
REACCIÓN ENTRANDO EL AÑO. Por lo pronto los transportistas de AMOTAC, la organización que hiciera famosa por su espíritu de lucha Adolfo Torres Mendoza (QEPD), ya anunciaron que inmediatamente recuperándose de la fiesta de año nuevo se manifestarán en la Ciudad de México. El nuevo dirigente, Raúl Torres Mendoza, hermano del finado, dijo que los días 2 y 3 de enero se movilizarán en la capital del país con transportistas que saldrán de varios estados para manifestarse públicamente en las carreteras y luego en la CDMX por el alza a los combustibles. Por lo pronto ya anunció que ellos los fletes ahora los cobrarán con un 30 por ciento de aumento, por lo que si cumple lo dicho, ya hay que ir imaginando cuánto van a aumentar los productos de consumo que se trasladan por carretera de su lugar de origen al consumidor.
Y FALTA EL DONALD TRUMP. Si Donald Trump todavía no llega a la Casa Blanca y ya el dólar sigue sube que sube y la escasez de gasolina desquició a medio país, imagínense lo que pudiera ocurrir antes o después del 20 de enero en que lo ungirán nuevo Presidente de los EU. Bien dicen que SLP se cuece aparte, pues mientras que para algunos tuneros la angustia les es desesperante por lo que les pudiera aguardar con Donald Trump, a otros tuneros más les consume pero la impaciencia porque éste señor ya se siente en la silla presidencial, pues desde aquí, los que tienen derecho a votar en una elección de USA, votaron por Trump. Sí, SLP le aportó un buen número de sufragios al magnate racista.
HAY QUE REZAR. Con este panorama no queda otra salida que ponernos a rezar. Por cierto la Parroquia Basílica Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, invita a todos los fieles católicos a la misa de fin de año que oficiará el Señor Canónigo Carlos Medina López, Párroco rector de la Basílica a las 7:30 de la noche. Además, también se invita a la Solemne Misa de Fin de Año que Presidirá el Excmo. Don Arturo Szymanzki Ramírez a las 9:30 de la noche, acompañado de sacerdotes de la Basílica. Pero antes, desde las 12:30 horas tendrán la exposición del Santísimo Sacramento del Altar hasta las 7:15 de la noche. Están todos invitados para recibir el año nuevo con una misa en la Basílica de Guadalupe.
FELIZ AÑO NUEVO. Confiemos en que el carácter indomable de los mexicanos convierta los malos augurios que hay para el próximo año, en sólo parabienes, con la familia, en el trabajo, con los amigos y en todos lados. Que los malos momentos pronto puedan ser superados. Este es el deseo de todos los que trabajamos en El Heraldo. Que el 2017 traiga felicidad y prosperidad a todos nuestros lectores. Gracias por seguirnos y Feliz Año Nuevo.