Cosas de la Ciudad

AGUAS A SU NIVEL. Poco a poco parece que en materia de abasto de gasolina, las aguas vuelven a su nivel. Según informes de gobierno, todavía por la noche del martes en la casa de gobierno, el mandatario JMCL se reunió con directivos de Pemex, con líderes de las cámaras empresariales y con jefes policiacos para tener un panorama completo de la situación y analizar las estrategias que se iban a poner en marcha para solucionar el conflicto gasolinero lo más pronto posible. En la estrategia a seguir es donde todos se pusieron a pensar, porque en lo referente a cómo estaba la situación, ya era por todos conocida; “De la patada”.
IMPERÓ LA CORDURA. La verdad, en este conflicto vale la pena resaltar la cordura que imperó en la ciudadanía a pesar de la gran irritación que sentían al ver que no había gasolina en la ciudad más que para funcionarios. De los vehículos oficiales de emergencia como ambulancias y patrullas policiacas, algunos de los irritados consumidores señalaron que era injusto que sus operadores ni se formaran para obtener el combustible, aunque también razonaron en que si hubiera alguna emergencia no querían ser responsables de una tragedia por tener esos vehículos varados, pero para los funcionarios que les dieron el privilegio de cargar gasolina sin hacer fila, la palabra sinvergüenzas, fue la más publicable.
NO PASÓ A MAYORES. Una prueba de que a pesar del enojo ciudadano imperó la cordura, es que no se generalizaron hechos como el registrado en una estación de servicio en el municipio de Soledad, donde al amparo de la noche un par de desconocidos lanzó una bomba molotov al lugar con la intención de causarle daño, tal vez por la frustración de no ser atendidos o porque sabían que es uno de los lugares donde se puede estar especulando con la gasolina, como lo han denunciado funcionarios de Pemex, que por cierto, lanzaron la piedra pero escondieron la mano, es decir, denunciaron que había gasolineras con combustible en sus depósitos pero sus dueños apagaron sus bombas, sin embargo no dieron a conocer cuáles eran estas.
Y LA PROFECO, BIEN GRACIAS DICE EL DELEGADO. Pues ya casi pasa la contingencia y del delegado de la PROFECO ni sus luces. Esas cosas son las que irritaron más a los ciudadanos que dicen que dependencias como esa que se crearon con la promesa de que van a cuidar a los consumidores, a la hora de la verdad son puros petardos. Siquiera por decencia hubiera dicho algo el delegado Cardoza cuando se denunció que expendios de gasolina estaban ocultando el producto, cosa que pudo generar hasta un posible ataque de furia por los engañados consumidores. Pero si al mismo Gobernador que les dio la chamba lo dejan solo, qué pueden esperar los ciudadanos. Ay anda el Gobernador sólo en los patios del ferrocarril viendo trenes supuestamente cargados de gasolina. Ah, pero cuando hay fiesta, ahí sí todo su gabinete lo anda lisonjeando. Bueno, eso decían los sufridos automovilistas, tal vez para hacer menos tediosa la larga espera para poder cargar la preciada gasolina.
FUMAN PIPA DE LA PAZ. Parece que finalmente el alcalde capitalino Ricardo Gallardo Juárez y el delegado del INAH, Juan Carlos Machinena, llegaron a un acuerdo para rehabilitar la calzada de Guadalupe, donde por poco llegan al grado de que uno ponía un adoquín y el otro lo quitaba. No fue el caso pero ambos personajes sí mantuvieron momentos de tensión al iniciar los arreglos del piso de la calzada, que a decir de los que sí caminan todos los días por el lugar, ya era hora de que alguien le pusiera un poco de atención a la calzada, que tiene tramos con más baches que por donde circulan los carros.
RECLAMO AL INAH. Por cierto, dicen seguidores del alcalde capitalino que les resulta muy curioso que el INAH, en este caso su delegado, Juan Carlos Machinena Morales, sea muy meticuloso en una obra como la Calzada de Guadalupe que a todas luces necesita ser reparada, cuando ni siquiera se le ha escuchado una observación, chiquita aunque sea, sobre los hoyancos que ya hay en la recién reparada calle Álvaro Obregón. Ahí sí tienen razón estos señores, pues a pesar de la millonada que costó la obra, en menos de tres meses de uso, ya hay tramos sin adoquines.