El Gobierno de Paolo Gentiloni, elegido para sustituir al dimitido Matteo Renzi, se someterá hoy al último voto para conseguir su investidura en el Senado, donde la mayoría es más ajustada.
Gentiloni obtuvo ayer la confianza por 368 votos a favor y 105 en contra en la Cámara de los Diputados, pero en el Senado la mayoría es de 161 votos y la coalición que apoya al Gobierno llega apenas a los 170.
Y es que Gentiloni ha perdido el apoyo de la Alianza Liberalpopular y Autonomías (ALA), que cuenta con 18 senadores, después de que no le concediera cartera alguna en su nuevo Ejecutivo.
Al igual que ayer en la Cámara de los Diputados, tampoco participarán en la votación en protesta los senadores del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga Norte, que en los últimos días han criticado la formación de este Gobierno «fotocopia» del de Renzi y han pedido que se celebren elecciones cuanto antes.
Gentiloni pidió ayer la colaboración del Parlamento para sacar adelante una nueva ley electoral que acabe con la actual situación de dos normas -una para la Cámara de los Diputados y otra para el Senado-.
El próximo primer ministro no pronunciará hoy su discurso programático, ya que ayer entregó una copia en el Senado del que realizó ante los diputados, por lo que la sesión comenzará directamente con el debate a las 09:30 hora local (08:30 GMT).
Gentiloni tendrá su derecho a la réplica a las 13:00 hora local (12:00 GMT) y el voto final para la investidura está previsto que comience a las 15:00 horas (14:00 GMT).
Superado el trámite parlamentario podrá comenzar a trabajar con su gabinete formado por 18 ministros -cinco mujeres y 13 hombres- con cinco nuevos nombres respecto al de Renzi, y con la única baja de la ministra de Educación, Stefania Giannini, que fue sustituida por la vicepresidenta del Senado, Valeria Fedelli.
Su primer acto será la participación en el último Consejo Europeo del año en Bruselas que se celebra este jueves.
Después se concentrará en las prioridades que indicó ayer en su discurso como la reconstrucción de los pueblos destruidos por los terremotos y el plan de prevención contra los seísmos, «Casa Italia», y también seguirá de cerca la situación del Monte Paschi di Siena, en medio de una vital ampliación de capital.