Jubilado francés guardaba en su casa un Da Vinci

Un jubilado francés guardaba en una carpeta junto con otras obras artísticas un dibujo que resultó original del artista renacentista Leonardo Da Vinci y que está valorado en más de 320 millones de pesos, según reveló este domingo el periódico The New York Times.
El hombre es un médico retirado que conservó durante años una carpeta con 14 dibujos que le había heredado su padre. Él mismo fue a pedir una valoración a la casa de subastas Tajan, de París, y allí comenzó un proceso para pedir opiniones varias sobre la pieza que, al final, fue confirmada como un Da Vinci.
Se trata de un estudio del martirio de San Sebastián, según han confirmado tanto el Metropolitan de Nuevo York como el experto Patrick de Bayser.
El cuadro procede de los primeros años de Da Vinci en Milán, entre 1482 y 1485, y es el primer Da Vinci desconocido que aparece en ese entorno en lo que va del siglo. El periódico neoyorquino señala que De Bayser vincula el dibujo a una serie de ocho piezas sobre las cuales el artista dejó constancia en su Códice Atlántico.
La casa de subastas Tajan prevé rematar el dibujo en junio de 2017, aunque el Gobierno francés podría prohibir que sea vendida si la declara tesoro nacional, en cuyo caso deberá pagar por ella. Frecuentemente descrito como un arquetipo y símbolo del hombre del Renacimiento, genio universal, además de filósofo humanista cuya curiosidad infinita solo puede ser equiparable a su capacidad inventiva, Leonardo da Vinci es considerado como uno de los más grandes pintores de todos los tiempos y, probablemente, es la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido. Como ingeniero e inventor, Leonardo desarrolló ideas muy adelantadas a su tiempo, tales como el helicóptero, el carro de combate, el submarino y el automóvil. Muy pocos de sus proyectos llegaron a construirse (entre ellos la máquina para medir el límite elástico de un cable), puesto que la mayoría no eran realizables durante esa época. Como científico, Leonardo da Vinci hizo progresar mucho el conocimiento en las áreas de anatomía, la ingeniería civil, la óptica y la hidrodinámica.
Su asociación histórica más famosa es la pintura, siendo dos de sus obras más célebres, La Gioconda y La Última Cena, copiadas y parodiadas en varias ocasiones, al igual que su dibujo del Hombre de Vitruvio, que llegaría a ser retomado en numerosos trabajos derivados. No obstante, únicamente se conocen alrededor de 20 obras suyas, debido principalmente a sus constantes (y a veces desastrosos) experimentos con nuevas técnicas y a su inconstancia crónica. Este reducido número de creaciones, junto con sus cuadernos que contienen dibujos, diagramas científicos y reflexiones sobre la naturaleza de la pintura, constituyen un legado para las sucesivas generaciones de artistas, llegando a ser igualado únicamente por Miguel Ángel. Nació el sábado 15 de abril de 1452 «en la tercera hora de la noche», es decir, tres horas después del Ave María: a las diez y media.7 No es seguro si su nacimiento tuvo lugar en el castillo de Vinci, ciudad a unos 25 km en línea recta de Florencia, o bien en la casa materna de Anchiano, una pedanía a unos dos kilómetros de Vinci. Leonardo, descendiente de una rica familia de nobles italianos, fue hijo ilegítimo: su padre, messer Piero Fruosino di Antonio —un notario, canciller y embajador de la República de Florencia—, dejó embarazada a Caterina, una humilde joven de familia campesina, de quien se dice que pudo ser una esclava de Oriente Medio. Leonardo, o Lionardo según su nombre de bautizo,7 fue bautizado y pasó sus cinco primeros años en la casa de su padre en Vinci,7 donde fue tratado como un hijo legítimo. Tuvo cinco madrinas y cinco padrinos, todos ellos habitantes del pueblo. En este lugar, Leonardo recibió instrucción, aprendió a leer y a escribir, y adquirió conocimientos de aritmética. Sin embargo, prácticamente no aprendió latín, base de la enseñanza tradicional. El hecho de que tuviese una ortografía caótica muestra que su instrucción no estuvo exenta de lagunas; en todo caso no fue la de un universitario.
En aquella época, las convenciones modernas en los nombres de personas no se habían desarrollado todavía en Europa, por lo que únicamente las grandes familias hacían uso del apellido patronímico. La gente del pueblo solía ser designada por su nombre, al que se le adjuntan todo tipo de precisiones útiles: el nombre del padre, el lugar de origen, un apodo, el nombre del maestro en el caso de los artesanos, etc. Por consiguiente, el nombre del artista fue «Leonardo di ser Piero Da Vinci», cuyo significado es «Leonardo, hijo del maestro Piero De Vinci»; sin embargo, el término «Da» lleva una mayúscula para denotar que se trata de un apellido.