SE TAMBALEA. Tan pronto el Presidente Enrique Peña Nieto envío al Senado una propuesta que echa abajo su primera intención, de que el titular de la PGR automáticamente se convirtiera en Fiscal general de la Nación, para proponer ahora que el titular de la Fiscalía, que será creada en febrero próximo, salga de un exhaustivo análisis de perfiles, aquí el diputado Presidente de la Comisión de Seguridad, Manuel Barrera Guillén, inmediatamente retomó la propuesta peñista y pide que Federico Garza Herrera no se convierta en el nuevo Fiscal del Estado, como lo propone la iniciativa del Ejecutivo. Si ya había evidencias de que las relaciones entre el Procurador y el Diputado no eran del todo excelsas que digamos, Barrera Guillén lo confirmó de tajo, calificó a Federico Garza de “perfil bajo” para convertirlo en Fiscal General del Estado. A ver hasta dónde lo pueden defender allá en Palacio de Gobierno.
DANZA DE MILLONES. No es que uno sea envidioso, dijo Juan Pueblo, lo que pasa es que todo el año se la pasan diciendo que no hay dinero y en navidad echan la casa por la ventana. Y es que por la temporada han comenzado a salir los jugosos aguinaldos que se van a repartir entre la clase política y la burocracia en general. Tocó ahora al Rector de la máxima casa de estudios, Manuel Fermín Villar Rubio, hacerle público el aguinaldo que se va a llevar por su trabajo al frente de la UASLP. En rueda de prensa no quiso dar detalles de los aguinaldos, pero como ahora hay nuevas reglas de información de servidores públicos, pues los reporteros se fueron a la página de transparencia y resulta que el Rector se llevará un poco más de 237 mil pesos, entre sueldo del mes y su aguinaldo. Atractiva suma, aunque se queda corta con las del sector salud y las del congreso del estado.
PROVIDENCIAS ANTE TRUMP. Parece que las amenazas del Presidente Electo de los EU, Donald Trump van en serio. O al menos así las han tomado en el gobierno federal. Ayer hubo un evento en la ciudad con el diputado Ramiro Ramos Salinas, quien dijo que con la Organización de los Estados Americanos, se dará seguimiento a la política migratoria que ha prometido Trump que promete deportar a miles de connacionales. Con los escándalos que a nivel nacional han salido de los diputados locales y federales de todo el país es natural que surja la duda si podrán hacer leyes que remedien el problema que se viene. No pueden cuidar a los habitantes de sus respectivos estados de los intereses de algunos gobernantes, menos van a poder hacer algo por frenar las de un extranjero tan poderoso como Donald Trump. Pero bueno, hay que darles un voto de confianza.
EJEMPLO. No hay que ir tan lejos para ver el susto que ha metido el rubio magnate de los Estados Unidos en México con su constante amenaza de que va a deportar a cuando menos 3 millones de “delincuentes” para que los mantengamos acá. El alcalde de Soledad, Gilberto Hernández Villafuerte, no ocultó su temor y ya dijo que a ver cómo le va al municipio con esos delincuentes que van a deportar, porque dijo que de su municipio ha salido mucho compatriota para la Unión Americana. Con esas expresiones no hace falta que a los paisanos los criminalice el estadunidense Donald Trump, si no todos los que repatríen son delincuentes, ya les dio su bienvenida de ese modo el alcalde.
ESTRESS. Los datos que últimamente han publicado la Secretaría de Salud Federal y aquí la Facultad de Psicología en torno a los padecimientos que están mermando la salud de los mexicanos, debería llamar a la reflexión a quienes gobiernan al país. Cada una de estas instituciones han hechos sus comentarios por separado, pero coinciden en un punto, algo está sucediendo en México que ha disparado la ansiedad, el miedo y el stress, que lamentablemente, están llevando a millones de ciudadanos a padecer diabetes o a enfermedades mentales. El gobierno se viene quejando desde hace algunos años que los diabéticos le cuestan anualmente miles de millones de pesos, y si no se hace algo, los problemas mentales pronto ocuparán otro lugar importante en el presupuesto de salud. La precaria situación económica que impide a la población una alimentación de calidad, así como la inseguridad que abraza casi todas las regiones de México, desencadenan estados de stress que terminan en diabetes o viceversa, pero ambos padecimientos van muy de la mano, comentan especialistas.
