No se puede cuestionar qué había antes del Big Bang: Hawking

El científico británico Stephen Hawking habló hoy en el Vaticano sobre la expansión del Universo y afirmó que preguntarse sobre «qué había antes del Big Bang» carece de sentido, pues «es como cuestionarse qué hay más al sur del Polo Sur».
Hawking realizó estas reflexiones durante el encuentro «Ciencia y sostenibilidad: impactos del conocimiento científico y de la tecnología en la sociedad humana y su ambiente», organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias y que se celebra hasta el 29 de noviembre en la Casina Pio IV del Vaticano.
Durante su intervención de cerca de 20 minutos, Hawking consideró que «el descubrimiento de la expansión del Universo» ha sido uno de los hallazgos «intelectuales más importantes» de los últimos tiempos.
Además, hizo una similitud entre ciencia y economía para explicar que «a diferencia de la inflación en los precios, la inflación en el Universo temprano es algo bueno».
El astrofísico británico también aprovechó la ocasión para recordar que en una conferencia que ofreció en el Vaticano en 1981 ya dijo que «el tiempo y el espacio (…) no tienen límite o edad».
En otro momento de su conferencia, apuntó a que pueden plantearse «dudas sobre una idea ampliamente aceptada» en relación a que «la inflación eterna da nacimiento a un Universo infinitamente grande que contiene una gran variedad de grupos diferentes de universos».
«En lugar de eso -dijo-, el fin de la inflación eterna es razonablemente suave, llevando hacia un Universo mucho más simple que es globalmente finito. Esto implicaría una significante reducción del multiverso a un grupo mucho más pequeño de universos», expuso.
El 28 de noviembre, los participantes en estas jornadas serán recibidos por el papa Francisco. Stephen Hawkins es un físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico. Sus trabajos más importantes hasta la fecha han consistido en aportar, junto con Roger Penrose, teoremas respecto a las singularidades espaciotemporales en el marco de la relatividad general, y la predicción teórica de que los agujeros negros emitirían radiación, lo que se conoce hoy en día como radiación de Hawking (o a veces radiación Bekenstein-Hawking).
Es miembro de la Real Sociedad de Londres, de la Academia Pontificia de las Ciencias y de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Fue titular de la Cátedra Lucasiana de Matemáticas (Lucasian Chair of Mathematics) de la Universidad de Cambridge desde 1979 hasta su jubilación en 2009. Entre las numerosas distinciones que le han sido concedidas, Hawking ha sido honrado con doce doctorados honoris causa y ha sido galardonado con la Orden del Imperio Británico (grado CBE) en 1982, el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1989, la Medalla Copley en 2006, la Medalla de la Libertad en 2009 y el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en 2015.
Hawking padece una enfermedad motoneuronal relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que ha ido agravando su estado con el paso de los años, hasta dejarle casi completamente paralizado y le ha forzado a comunicarse a través de un aparato generador de voz. Ha estado casado en dos ocasiones y ha tenido tres hijos. Por su parte, ha alcanzado éxitos de ventas con sus trabajos divulgativos sobre Ciencia, en los que discute sobre sus propias teorías y la cosmología en general; estos incluyen A Brief History of Time, que estuvo en la lista de best-sellers del The Sunday Times británico durante 237 semanas. Nació el 8 de enero de 1942 en Oxford, lugar al que expresamente se desplazaron sus padres, Isobel Hawking y Frank Hawking, investigador biológico, buscando una mayor seguridad para la gestación de su primer hijo, ya que Londres estaba siendo atacada por la Luftwaffe. Tiene además dos hermanas menores, Philippa y Mary, y un hermano adoptado, Edward.
Después del nacimiento de Stephen, la familia volvió a Londres, donde su padre encabezaba la división de parasitología del National Institute for Medical Research. En 1950 se mudaron a St Albans, donde acudió al instituto para chicas de St Albans (que admitía chicos hasta la edad de 10 años) y a los 11 años cambió al colegio homónimo, donde fue un buen estudiante aunque no brillante. En un primer momento, Hawking quiso estudiar matemáticas en la Universidad, inspirado por su profesor, pero su progenitor quería que estudiará en el University College de Oxford, como él había hecho. Al no existir un profesor de matemáticas en aquel momento, en el college no aceptaban estudiantes de esa disciplina, por lo que Hawking se matriculó en ciencias naturales y consiguió una beca. Una vez en el University College, se especializó en física.