Entre la población del municipio de la capital existe un justificado rechazo tanto a la llamada «actualización» de impuestos como a la creación de nuevos impuestos.
En un cambio radical al discurso manifestado durante su campaña política y en los primeros meses de administración Ricardo Gallardo Juárez ahora pretende imponer a la ciudadanía incrementos en todos los impuestos así como aplicar nuevos impuestos sin escuchar absolutamente para nada a la ciudadanía.
El máximo argumentoque se ha manejado cuando habla de la actualización de los impuestos es que serán acordes a la tasa de inflación del presente año, aún sin embargo la tasa de inflación para San Luis Potosí fluctúa entre el 2.9 y 3 por ciento; aún sin embargo las actualizaciones que pretenden aplicar en los impuestos establecidos van desde el 5, 10 y hasta el 50% de lo que hoy se está cobrando.
El presidente del ayuntamiento de la capital dijo que la «reclasificación» de conceptos del sistema tributario municipal no afecta a la ciudadanía, sino solamente a algunos sectores como los desarrolladores, los productores de ganado y empresas cuyos procesos productivos afectan al medio ambiente deberán contribuir con impuestos que antes no se aplicaban en la capital pero sí en otras ciudades en crecimiento del país como Aguascalientes y León.
Yo creo que es imposible que Gallardo ignore que al final de todos los gastos realizados, incluyendo impuestos quien los paga es el consumidor final del producto así sea carne, casas etc.
Ahora bien es absurdo comparar la prestación de servicios de municipios como Aguascalientes o León con San Luis Potosí.
En primera instancia la creación de nuevos impuestos aparentemente es para perjudicar a los empresarios, es decir seguir aparentando atacar a los ricos para proteger a los pobres, pero serán los pobres quienes tienen que pagar en cascada todos los impuestos que paguen los empresarios productores de bienes y servicios.
Ricardo Gallardo ha dicho que para incrementar y fortalecer los ingresos propios, fue necesario evaluar de una por una las áreas de «oportunidad tributaria» y las tarifas que conforman la estructura de las contribuciones, por lo que se determinó que había que mejorar la recaudación que por años, no había sido sujeto de actualización.
Esto desde el punto de la administración pública del México de hoy es una abierta agresión a toda la población ya que el país se encuentra en una contracción económica y con un mercado interno totalmente contraído y por lo tanto en primera instancia serán los empresarios los que tendrán que pagar este impuesto que mañana o más tarde repercutirán en los precios de los bienes y servicios que pongan en el mercado perjudicando el ayuntamiento de forma directa a la población que menos tiene.
Las cámaras empresariales rechazan justificadamente el incremento de los actuales impuestos y la creación de nuevos impuestos porque éste es un factor que ahuyenta a las nuevas inversiones, sobre todo porque los empresarios interesados en instalarse en San Luis Potosí saben que de aceptar esa dinámica de elevación de impuestos desorbitada y creación de nuevos impuestos por todo y para todo los convierte en rehenes del ayuntamiento.
Las nuevas empresas vendrán a crear fuentes de empleo formal que otorgarán a sus trabajadores y seguridad social y seguridad laboral.
Por ignorancia o maldad se han atrevido a asegurar desde el ayuntamiento de la capital que la aplicación de impuestos se está aplicando acorde a las tasas inflacionarias y esto es una absoluta mentira que se puede comprobar en cualquier momento.
Por eso es justificado el rechazo a las actualizaciones de los impuestos y a la creación de nuevas cargas tributarias.
