Si continúan las tendencias actuales, la brecha salarial de género se cerrará hasta el 2186, al frenarse de forma drástica los avances en esa materia.
De acuerdo con el Reporte Global de Brecha de Género, elaborado por el Foro Económico Mundial, “al ritmo actual de cambio y dada la creciente brecha económica de género desde el año pasado, no se cerrará por otros 170 años”.
El foro, con sede en Suiza, mide las diferencias en la economía, la educación, la salud y la autonomía política entre hombres y mujeres en 144 países.
El año pasado el informe auguraba que “sólo” harían falta 118 años para alcanzar la igualdad salarial, dijo Saadia Zahidi, una de las responsables de este informe.
En 2016 la diferencia de salarios entre hombres y mujeres alcanzó el 59%, según el estudio, que también evalúa las diferencias entre sexos en materia de educación, salud y emancipación política.
En concreto si un hombre gana 100 unidades, una mujer sólo gana 59 unidades por el mismo trabajo y en la mayoría de casos trabajando más horas.
En 2008 la diferencia salarial era 58.3% y en 2013, el mejor año de este índice que existe desde 2006, fue de 59.9 por ciento.
Además, se cita el estancamiento de la participación en el mercado de trabajo, una media del 54 % de mujeres en todo el mundo frente a 81 % de hombres.
El número de mujeres en puestos de responsabilidad también se mantiene bajo: tan sólo hay cuatro países en todo el mundo con igual número de hombres y mujeres legisladores, funcionarios de alto grado y directivos, a pesar del hecho de que 95 países cuentan ahora con tantas mujeres como hombres con formación universitaria.
El reporte tuvo hallazgos más positivos sobre la brecha de género que hay en cuanto a alcance educativo. Dijo que “podría reducirse a paridad en los próximos 10 años”.
El Foro Económico Global señala que “en un momento en el que las mujeres, de media, apenas se benefician de dos tercios del acceso a la sanidad, la educación, la participación económica y la representación política que tienen los hombres, surgen varios países que empiezan a disputar la tradicional hegemonía de las naciones nórdicas en la lista de igualdad de género”.