Menopausia; etapa de cambios y nuevos hábitos

La menopausia (del griego mens, que significa «mensualmente», y pausi, que significa «cese») se define como el cese permanente de la menstruación y tiene correlaciones fisiológicas, con la declinación de la secreción de estrógenos por pérdida de la función folicular. Este término se confunde muchas veces con el climaterio, y de hecho, según el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, una de las aceptaciones del término es precisamente la del «climaterio femenino». La edad normal del comienzo de la menopausia oscila entre los 45 y los 55 años. Este último sangrado es precedido por el climaterio, que es la fase de transición entre la etapa reproductiva y no reproductiva de la mujer. Este proceso se inicia varios años antes del último período, cuando el ciclo (o período menstrual) empieza a ser menos regular. La disminución en los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona causa cambios en su menstruación. Estas hormonas son importantes para mantener en buen estado de salud: la vagina y el útero, lo mismo que para los ciclos mens-truales normales y para un embarazo exitoso. El estrógeno también ayuda a la buena salud de los huesos y a que las mujeres mantengan un buen nivel de colesterol en la sangre. Algunos tipos de cirugía o el uso de medicamentos anticonceptivos pueden producir la menopausia. Por ejemplo, el extirpar el útero (histerectomía) provoca el cese de la menstruación. Cuando se extirpan ambos ovarios (ooforec-tomía), los síntomas de la menopausia comienzan de inmediato, sin importar la edad.
La disminución en los niveles de las hormonas femeninas hasta su desaparición total, provoca que aparezcan una serie de signos y síntomas relacionados. La aparición de cada uno de ellos, así como su gravedad e importancia con respecto al empeoramiento de la calidad de vida, depende de cada mujer.
En cualquier caso, en la actualidad, existe un gran número de opciones terapéuticas que pueden ayudar a paliar estos síntomas o trastornos asociados a la menopausia.
Ciclos menstruales irregulares
Dado que este síntoma se puede presentar muchos años antes de la instauración de la menopausia, es más propio de la etapa de la premenopausia. Con el paso del tiempo, las menstrua-ciones van desapareciendo y la fecha de la última menstruación determina el inicio de la menopausia.
Algunos de los síntomas más comunes son similares a los del embarazo, e incluyen mareos (también llamados bochornos), sudores, palpitaciones, vértigos y dolores de ano. Los sofocos y el insomnio son uno de los síntomas principales de la menopausia. Se manifiestan como una repentina sensación de calor y ansiedad provocando un aumento del flujo sanguíneo de la piel del cuello, cara y tórax, acompañado de sudoración y palpitaciones.Sequedad vaginal. Un trabajo realizado por un equipo de investigadores del Hospital del Mar (Barcelona) pone de manifiesto que la prevalencia de la sequedad vaginal en la mujer menopáusica es alta y que la gran mayoría de las mujeres afectadas no utiliza ningún tratamiento vaginal. En relación a la asociación de este trastorno con otras patologías extragenitales, este estudio concluye que sí se observó un aumento de sequedad vaginal en las mujeres con depresión e hipertensión vaginal, siendo éstas más propensas a no realizar tratamientos vagi-nales.
Dolor durante el coito (Dis-pareunia). La disminución de los estrógenos afecta la lubricación vaginal, y esa sequedad vaginal causa dolor durante la penetración. Es aconsejable usar un lubricante íntimo hidrosoluble, es decir un lubricante que no contenga aceite y que se disuelva en el agua.
Este tipo de lubricantes no irritan, son compatibles con los condones de látex y se venden de forma habitual en una farmacia o en un sex shop.
Cambios emocionales. Según investigaciones de la Universidad de New Hamps-hire, es necesario contar con el apoyo familiar durante la menopausia, ya que es frecuente que las mujeres enfrenten, en esos momentos, altas y bajas emocionales. Son comunes la irritación y las ganas de llorar sin razón aparente, y el ejercicio con moderación por lo general ayuda.
Sin embargo, si los síntomas son parte de una depresión persistente, lo más recomendable será consultar a un profesional de la salud mental: un psicólogo, un psicoanalista, un psiquiatra o, en fin, cualquier tipo de terapeuta, sea tradicional o alternativa, que tenga tanto la preparación profesional necesaria como la empatía y la sensibilidad suficientes para prestar apoyo emocional a la mujer.
Cambios en la figura corporal y obesidad
La menopausia se relaciona con cambios metabólicos que suelen producir un incremento en la grasa corporal. En este sentido, la grasa corporal, que a los 20 años es del 26 %, sube al 33 % a los 40 años y al 38 % a los 50 años. La vida sedentaria acelera este proceso.
En muchas mujeres se produce un aumento de peso mientras que en otras aparecen tan sólo modificaciones de la distribución grasa sin cambios en la balanza. Esto no solamente representa un factor estético sino también de riesgo cardiovascular y de diabetes. Respecto al sobre-peso y la obesidad, en los últimos años se ha confirmado que ocasiona un empeoramiento de la calidad de vida de la mujer por encima de los 45 años.