José Ramón Cossío Díaz, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dijo que ante el asesinato del juez Vicente Antonio Bermúdez Zacarías, el máximo tribunal de México no ha acordado pedir mayor seguridad para los magistrados.
Vicente Antonio Bermúdez Zacarías fue asesinado ayer en Metepec.
En entrevista con Adela Micha para Grupo Imagen Multimedia, Cossío Díaz manifestó que los abogados de la SCJN —y de cualquier institución del mismo ramo en el país— ejercen una labor de ‘valentía y solidaridad’, ya que, aseguró, ‘no se trata de un trabajo como lo muestran las series televisivas’.
Cada año se registran miles de asesinatos contra jueces (por todo el país) locales y federales. (Como medida permanente en la SCJN), todo magistrado que lo solicite, obtendrá protección por parte de la Judicatura Federal; y esto depende de la propia percepción de cada (funcionario)”, aclaró.
Subrayó que el norte de México es la zona en donde los magistrados más solicitan servicios de protección resguardar su seguridad; ofreciendo este tipo de medidas, es como la SCJN enfrenta la ola de violencia e inseguridad que no sólo viven los juristas, sino la población nacional en general.
El proceso se vuelve complicado porque debemos de hacer respetar los derechos humanos para los acusados como para las víctimas y ofendidos; (bajo el sistema legal que domina en México), hay ocasiones en las que se les tiene que dejar bajo libertad a ciertas personas”, señaló.
Manifestó como demanda natural que las personas clamen justicia cuando su seguridad o la de seres queridos se ve agraviada, y que este mismo principio de protección de la que todos, como humanos, gozamos, es el aliciente mayoritario para buscar un trato digno para legisladores y ciudadanos.
Nuestro trabajo no se realiza con una sonrisa en la boca, riéndonos mientras emitimos sentencias, como piensa la gente; hay que hallar un proceso de pedagogía de la materia a nivel nacional. (En la SCJN) apelamos por la solidaridad” entre mexicanos, para que los ciudadanos no se vean en la necesidad de solicitar seguridad privada.