Luego de la emboscada a un convoy militar el pasado viernes, y que dejara saldo de cinco elementos del Ejército muertos, 100 elementos de élite llegaron a reforzar la seguridad de Sinaloa.
El gobernador del Estado, Mario López Valdez, aseguró a un medio de comunicación que los militares tendrán todas las facilidades para hacer su trabajo.
En tanto, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán se deslindaron de la emboscada contra los militares tras los señalamientos que el general Alfonso Duarte, comandante de la Tercera Región Militar, hizo al respecto.
“Ni cuando detuvieron a mi papá pensamos en un ataque así”, dijeron los Guzmán, por medio de un mensaje emitido por el abogado del capo, José Refugio Rodríguez.
En el homenaje de ayer a los militares ultimados, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, señaló que estos crímenes no quedarán impunes, y sentenció que el Ejército no descansará hasta que los responsables sean juzgados por sus delitos con todo el rigor de la ley.
Que las organizaciones criminales “sepan que vamos con todo, con la ley en la mano y la fuerza que sea necesaria, y que la fuerza que apliquen tendrá la respuesta que corresponda por parte de la autoridad”, dijo el funcionario federal.
Cienfuegos indicó además que esta dolorosa e irreparable pérdida no los hará bajar la guardia. “No nos amedrentan, por el contrario, nos impulsan a redoblar esfuerzos. Seguiremos trabajando incansablemente con los recursos humanos, materiales, financieros y legales que disponemos”.