IMSS le negó atención mientras el cáncer atacaba su cuerpo

El mundo se le vino encima cuando le confirman la presencia de cáncer de mama en su cuerpo. Kenia Vega Álvarez pensó que este padecimiento nunca la iba a tocar, que podía afectar a cualquier otra persona, pero definitivamente a ella no.
Sin embargo, aquel 28 de octubre del 2014 guarda un espacio especial en la memoria de la mujer de 29 años de edad, pues fue la fecha en donde conoció a su peor enemigo, uno del tipo silencioso que buscaba terminar con su buena salud sin darle la cara.
“ME LO DETECTÉ POR MÍ MISMA, A RAÍZ QUE ME DETECTÉ ALGO SOSPECHOSO FUI AL DOCTOR, ME HICIERON ULTRASONIDO Y NO TENÍA NADA MALO. DEJÉ PASAR 4 MESES Y CUANDO ME VUELVO A HACER LA EXPLORACIÓN ME DOY CUENTA QUE HABÍA CRECIDO. REGRESO AL MÉDICO Y CUÁL FUE LA SORPRESA QUE YA ESTABA LA MALIGNIDAD AHÍ”, CONTÓ.
Kenia aseguró que su actitud positiva ante la realidad a la que se enfrentaba fue clave para enfrentar la enfermedad y expulsarla de su cuerpo.
“LLORÉ LA NOCHE EN QUE ME DIERON EL RESULTADO Y A LA MAÑANA SIGUIENTE CUANDO ME DESPEDÍ EN EL TRABAJO Y NO MÁS”.
Tratamiento.
Luego del tiempo de duelo, Kenia buscó ayuda profesional y por recomendación de un médico se dio de alta ante el IMSS, pues le dijeron que ahí era más rápido el tratamiento.
Sin embargo, hubo muchas complicaciones, una de ellas era que no recibía la cita para la operación del seno y la enfermedad avanzaba más y más. Durante su travesía por el IMSS, la residente del fraccionamiento Las Memorias, de Los Mochis, comentó haberse sorprendido por la cantidad de personas que padecen este mal, incluso al grado de creer que se supera la estadística que se tiene al respecto.
“ME OPERÉ POR PARTICULAR PORQUE EL SEGURO NO ME DABA LA CITA, YO ESTABA IMPRESIONADA CON LA CANTIDAD DE MUJERES CON ESTE PROBLEMA”.
A pesar de todas las dificultades, agradeció a Dios por lo que le pasó, pues gracias a ello la familia se unió y conoció lo importante que era para sus seres queridos.
“UNA CANTIDAD DE GENTE QUE ME BUSCÓ, QUE ME APOYÓ, ME HICIERON UN SHOWER MÉDICO PORQUE LA OPERACIÓN SÍ ERA ALGO COSTOSA. TUVE MUCHO APOYO CON EL GRUPO RETO; NOS APOYÁBAMOS MUCHO, PERO LO QUE SIEMPRE SENTÍA ERA YO APOYAR.
, YO NO QUERÍA REFUGIARME EN EL HOMBRO DE OTRA. YO ME HICE MUY FUERTE A RAÍZ DEL CÁNCER DE MAMA”.
Consejo.
Como una sobreviviente del cáncer de mama, Kenia invitó a las mujeres ha realizarse las autoexploraciones y a visitar los lugares en donde informa sobre el problema, como la asociación a la que pertenece, Grupo Reto. Pidió a quienes pudieran padecer el mal o a quienes lo padecerían a no deprimirse, sino a poner toda la energía en buscar la recuperación.
“CUANDO ME LEVANTABA LO PRIMERO ERA BAÑARME, ARREGLARME. USABA PELUCAS, TURBANTES. PARA MÍ ESTO NO FUE ALGO MALO, FUE ALGO QUE DIOS ME MANDÓ. NUNCA RENEGUÉ DE DIOS; AL CONTRARIO, LE DI LAS GRACIAS. NUNCA ME DIERON DERROTADA”.
Hoy, a 2 años de distancia y luego de 6 sesiones de quimioterapias y 33 de radiaciones, Kenia disfruta de la nueva oportunidad de vida que Dios le dio y gusta el compartir su experiencia con personas que atraviesan por la misma situación.