Universidades deben discutir sobre los problemas éticos del mundo: JFP

Con los problemas que se viven, tanto en México como en el mundo, el barco está en zozobra, y obviamente, en un mundo de torbellinos, con pérdida de valores, desigualdades económicas y violencia, es el momento de analizar lo que Dante en la Divina, decía ¿Dónde y cuándo hemos perdido el rumbo?, señaló e doctor José Francisco Piñón Guzmán, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien impartió la conferencia: Ética, Humanismo y Modernidad, en el marco de la III Semana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades (FCSyH-UASLP).
Comentó que en este momento en la universidad es exactamente el lugar ideal para reflexionar, situarnos, estudiar, pero sobre todo, prevenir los problemas sociales en general.
Tenemos que plantearnos hoy el mayor problema, el cual no es de origen científico. Sabemos perfectamente cómo arreglar técnicamente nuestro mundo, el problema es sí queremos, cómo queremos y cuándo queremos, en otras palabras, es el problema ético y humanístico, es decir vivimos en una sociedad moderna y posmoderna donde prácticamente a nivel general hemos fracasado como humanidad, incluso en lo que no hemos logrado el ideal de nuestra revolución, ni científica ni tecnológica.
Aseguró que vivimos en un progreso continuo, ciberné-tico, de medios de comunicación, pero no hemos podido vivir en sociedad, en paz, no hemos podido conquistar lo mejor de los sueños de las grandes utopías renacentis-tas, cristianas, los grandes ideales de la mejor tradición de la filosofía grecolatina. “El problema ético en este momento, en esta universidad, es lo más importante”, sibrayó.
El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana apuntó: “no sabemos lo que nos pasa, y esto es precisamente lo que nos pasa, creo que podemos borrar y corregir la página al gran Ortega y Gasset, es que a estas alturas de la historia y de la información, sí sabemos bien lo que nos pasa y porqué nos pasa.
El problema no es lo técnico, científico, el problema es sí tenemos la voluntad, si tenemos la capacidad intelectual, psicológica, moral, de poner los medios para los fines”.
Y sugirió: “Lo que podemos hacer, es situarnos, no esconder los problemas, saber qué padecemos, cuáles son nuestras enfermedades y poner los remedios, y no embriagarnos en una especie de palabrería, teorías especulativas, de planes por seguir, lo que se requiere es poner el dedo en la llaga y cuáles son los problemas sociales, intelectuales, religiosos, culturales, después poner los remedios, y para eso está la universidad”.

Finalmente, el también investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, agregó: “Se requiere planificación, previsión, plazos a mediano y largo tiempo, en este sentido México está en la encrucijada. Es el momento de actuar, de una acción inteligente que debe ser eficaz, y eso le compete en primer lugar a los espacios de investigación y creación que están en la universidad”.