Ejidatarios de La Pila se manifiestan frente a Palacio de Gobierno

  • Exigen exigir se prohíba la instalación de una planta de almacenamiento de hidrocarburos del Grupo Marsori en sus terrenos, ya que representa un peligro para los habitantes del lugar

Ejidatarios de La Pila se manifestaron en Palacio de Gobierno para exigir se prohíba la instalación de una planta de almacenamiento de hidrocarburos del Grupo Marsori en sus terrenos, ya que representa un peligro por los depósitos de gas, además que adquirió los terrenos de forma ilegal.

El ejidatario inconforme, Tobías López Delgado señaló desde hace un año el Grupo Marsori compró de forma irregular los terrenos que se utilizaban como agostadero por parte de los habitantes, y ahora ha estado instalando esferas metálicas gigantes como depósitos de gas, “lo cual nos parece sumamente peligroso por el volumen de gas”.

Indicó que esta empresa por sus características representa incluso un riesgo para el proyecto BMW, por lo que exigen la clausura y reubicación de este desarrollo, así como el regreso de los terrenos que se adquirieron de forma irregular.

Agregó que de acuerdo a la información con la que se cuenta, para la instalación de una empresa de almacenamiento de hidrocarburos de gran volumen se requiere, de acuerdo a leyes ambientales y de protección civil, que haya un perímetro de amortiguamiento de al menos seis kilómetros a la redonda, lo que estaría impactando a los ejidatarios y por supuesto también a las empresas del Parque Industrial Logistik.

Tobías López manifestó que quizás el gobierno del estado “ni siquiera esté al tanto del problema ni mucho menos medido el riesgo” a la hora de que dieron autorizaciones o cuando dieron licencias para el trabajo, ni tampoco autoridades federales como la Semarnat, que incurrió en ilegalidad al avalar este proyecto que se encuentra dentro de unos terrenos que no están certificados.

Expuso que estos terrenos, aunque una veintena de ejidatarios hayan querido venderlos de forma particular, en realidad siguen perteneciendo al ejido, puesto que fue anulada la sesión de la asamblea cuando se hizo el reparto que les hubiera permitido hacer esta enajenación, es decir, que desde el inicio la operación ha sido ilegal.