Buscan identificar más de 800 restos de inmigrantes encontrados en la frontera en Arizona

Un ambicioso proyecto del Centro de Derechos Humanos Colibrí en Tucson, Arizona, busca tomar muestras de ADN a más de dos mil personas que han reportado a un familiar desaparecido en la frontera para luego compararlas con las muestras de ADN de cerca de 800 cuerpos o restos no identificados que se encuentran en la morgue.
La propuesta recibió un importante respaldo económico por parte de donadores, quienes aportaron más de un millón de dólares.
De acuerdo con Colibrí, cada año un promedio de 170 cuerpos o restos de inmigrantes son hallados en la frontera y llevados a la oficina Forense del Condado Pima, en Arizona, pero solo 60% de ellos son identificados. Hasta la fecha más de 800 cuerpos o restos humanos permanecen sin identificar.
Camerina Santacruz es una madre mexicana que perdió a su hijo Marco Antonio Ramírez en la frontera y se convirtió en la primera persona en aceptar la invitación de Colibrí para participar en el proyecto. Lo último que supo de él fue que cruzó por Sonoyta, en el estado norteño de Sonora, el 20 de agosto del 2013 con dos amigos. Ellos no completaron la travesía y se regresaron a México. Contaron que Marco Antonio había muerto en el desierto.
“Perdí a mi hijo y yo quiero saber qué pasó, por eso decidí participar en este proyecto y tomarme la prueba de ADN”, dijo Santacruz.
Esta mujer afirma que buscó ayuda para su caso por años sin suerte, pero que finalmente se dio cuenta de este proyecto, el cual le puede dar esa tranquilidad y un cierre a su ciclo de dolor e incertidumbre.
Según Katherine Rodríguez, coordinadora de Colibrí, la idea del projecto es tomar las pruebas de ADN a las familias sin ningún costo. «Tenemos los fondos para llevar a cabo este proyecto por los próximos tres años y está será una manera de darle a las familias una esperanza para que sepan qué pasó realmente con su ser querido cuando cruzó la frontera y desapareció”, dijo Rodríguez.
La organización Colibrí fue creada para servir de intermediario entre las familias de los inmigrantes que desaparecen en su intento de cruzar la frontera y la oficina del Médico Forense donde son remitidos los cuerpos y restos de quieres mueren en el desierto.
Rodríguez destaca que al tener el ADN de las personas que han reportado a un familiar desaparecido podrán llegar a tener una confirmación más certera de la identidad de los restos sin nombre que reposan en la oficina del forense.

En muchos casos y basándose en ciertas caraterísticas, Colibrí logra establecer algún tipo conexión entre un inmigrante reportado como desaparecido con alguno de los restos no identificados de la oficina forense. Cuando le presentan el caso al médico forense, él siempre dice «podría ser, pero que necesitamos el ADN”, explicó Rodríguez.

En esos casos, representantes de Colibrí se comunican con el consulado de México en Tucson para que ellos aprueben la toma de la muestra de ADN de un familiar. Este trámite solo ocurre cuando hay una alta probabilidad de que los restos puedan corresponder a la persona que están buscando.

El gobierno de México tiene destinados fondos para la realización de las pruebas de ADN, cuando los datos coinciden buscan a la familia en México o Estados Unidos para tomar la prueba y enviarla a un laboratorio en Virginia.

Con el actual proyecto que pretende desarrollar Colibrí (de tomar las muestras de ADN a más de 2.000 personas que han reportado a un familiar desaparecido) el proceso de comparación e identificación será más fácil, eficiente y certero.

“Lo que estamos haciendo es tomar el ADN de un pariente y compararlo con todos los de 800 casos que están en la base de datos, eso nos daría buenas probabilidades de cerrar muchos casos”, afirmó Rodríguez.

Representantes de la organización viajarán a cinco ciudades en Estados Unidos donde hayan más reportes de inmigrantes extraviados para tomar las pruebas de ADN, las primeras que visitarán serán San Francisco y Los Angeles en septiembre de este año.