Víctor Guzmán, Jesús Trujillo y Jesús Hernández coinciden que en la última semana se incrementó entre 20 y 50 pesos el gasto para trasladarse en sus vehículos. Son tres de los millones de mexicanos afectados por el último incremento a las gasolinas.
De diciembre de 2006 a agosto de 2010, la administración de Felipe Calderón incrementó el costo de la Magna en 1.92 pesos por litro y el de la Premium, en 1.75.
En un periodo similar, pero entre 2012 y 2016, Enrique Peña Nieto aumentó la Magna en 3.04 pesos y la Premium, en 3.33.
Aunque Hacienda anunció que en lo que resta del año no habrá gasolinazos, el jefe del Departamento de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Vidal Romero, aseguró que si el precio del petróleo sigue aumentando continuarán más cambios.
Apenas la semana pasada se registró el alza de 4.2% en la gasolina Magna (de 13.40 a 13.96), el mayor desde hace 18 años. Ante esto, Gilberto Loría Díaz de Guzmán, del Departamento de Economía de la UNAM, apuntó que la medida tomada por el Gobierno provocó que la expectativa de inflación crezca de 3.1 a 3.2 por ciento.
El subsecretario de Ingresos de la Federación, Miguel Messmacher, argumentó que hay que acostumbrarse al alza y baja del combustible, de acuerdo con los movimientos de los mercados internacionales. Y mientras se esperan los efectos positivos de la reforma energética, los incrementos se dan en un momento en el que crece la demanda de las gasolinas, baja la producción de Pemex y aumenta la importación de barriles.
En el caso del diésel, Calderón encareció el precio en 3.31 pesos, mientras que Peña Nieto lo hizo en 2.7. Una conclusión es que el panista subió más el combustible para los transportistas y el priista lo remarcó en el vehículo particular.