Además de una propina generosa, esta mesera recibió algo más valioso

Una de la cosas más hermosas en el mundo es un acto de bondad espontáneo y totalmente desinteresado por parte de un extraño. Cuando alguien que no tiene nada que ver contigo, de pronto te trata como a su mejor amigo, te pones a pensar que tal vez este mundo aún tiene una esperanza.

Uno de estos milagros sucedió con la mesera Becky Nilsen. Un día, uno de los clientes le dejó una propina generosa, desproporcional a su pedido, y logró conmoverla hasta las lágrimas con una pequeña nota:

La vida es muy corta, anoche murió un amigo mío.

Por favor, ¡pase esta noche con la persona que ama!

¡La vida es demasiado corta!

3423260-1228954-650-1467230043

 

Esta historia se vuelve aún más conmovedora porque Becky ni siquiera tuvo la oportunidad de agradecerle a aquella persona. Simplemente quiso hacer algo bueno para la chica y se desvaneció rápidamente sin esperar nada a cambio.