- La Comisión de Derechos Humanos Estatal emitió una recomendación a la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado para que este tipo de actos no se vuelvan a repetir
- Inicialmente el director del planteal responsabilizó alpequeño del ataque, porque “manejaba un lenguaje de doble sentido” y a sus agresores sólo los suspendió tres días
La Comisión de Derechos Humanos Estatal emitió una recomendación a la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), luego de que constatara la agresión sexual que sufrió un menor de edad, que cursa el segundo año de educación primaria.
De acuerdo al expediente 1VQU-893/2014, de noviembre de 2014 una madre de familia denunció que su hijo, que cursaba el segundo grado, fue atacado por cuatro alumnos de grados más avanzados,
Tras constatar los hechos detallados, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió la Recompensación 11/2016 a Joel Ramírez Díaz, titular de la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE).
Debido a que cuando acudía al sanitario durante el receso, lo seguían y una vez en el baño, uno de ellos le agarraba la cabeza y se le ponía entre sus piernas, colocándolo boca abajo, mientras los otros compañeros le colocaba sus partes íntimas en su cuerpo, simulando un abuso sexual.
Con la simulación de que cometían abuso sexual, la cual consistía en inclinar a uno de sus compañeros, sin quitarle la ropa, mientras le colocaban sus genitales en el cuerpo del afectado, cuatro alumnos de una primaria de la capital potosina cometían bullying hacia otro estudiante.
Pese a que mentores acreditaron los actos contra la víctima, el directivo de la escuela le expuso a la madre del niño acosado que suspendería por tres días a los supuestos agresores, “ya que el asunto no había pasado a mayores”.
Según los profesores del presunto niño agresor, éste manejaba un lenguaje en doble sentido –alburear-, así como conductas agresivas hacia sus compañeros más pequeños del complejo educativo.
De acuerdo al informe del perito dictaminador en psicología jurídica y forense, determinó que el menor presenta afectación psicológica debido a los hechos referidos, presentando ansiedad, sentimientos depresivos, pérdida de confianza en las relaciones y en sí mismo.
“Se contaron con elementos suficientes para acreditar que se vulneraron los derechos humanos a la integridad y seguridad personal, al interés superior del menor, así como el derecho a la libertad sexual y sano desarrollo en agravio de V1, por omisiones atribuibles”.
Debido a los sucesos relatados y confirmados, la CEDH dirigió cuatro puntos recomendatorios a Joel Ramírez: reparación del daño ocasionado y que incluya el tratamiento psicológico; inscribir a la víctima en el Registro Estatal de Víctimas; colaboración en la investigación realizada al director del plantel educativo; y capacitar a los mentores de la escuela sobre el derecho de los niños a una vida libre de violencia, prevención del abuso sexual infantil, derecho al trato digno, así como a la seguridad escolar.