Proponen hacer obligatorio el voto; Argentina y Uruguay, ejemplos

CIUDAD DE MÉXICO.-A una semana de la elección de la Asamblea Constituyente en la Ciudad de México, en la que hubo una votación de 28.36 por ciento de quienes aparecen en el listado nominal de electores, María del Carmen Nava, directora del centro de investigación Visión Legislativa, sostuvo que hacer obligatorio el voto como en Argentina o Uruguay podría generar mayor responsabilidad entre los votantes.

“Sería conveniente —hacer obligatorio el voto en México— porque no puede ser que tengamos un gasto excesivo en el monitoreo para votar en el proceso en sí mismo y que los ciudadanos no seamos corresponsables, no es sólo a la autoridad a la que tenemos que señalar, también a los ciudadanos”, dijo Nava.

En Argentina el voto es obligatorio desde 1914 y si un ciudadano no va a sufragar tiene que dar una razón legítima para no haberlo hecho, de lo contrario debe pagar una multa que va de 50 a 500 pesos argentinos (de 67.47 a 674.71 pesos mexicanos) e incluso puede enfrentar la prisión.

En la elección presidencial de 2007 en la que resultó electa Cristina Fernández de Kirchner, votó 76.31 por ciento del electorado. Argentina también es un caso interesante pues permite un financiamiento privado de los partidos. En la contienda presidencial en 2007 el financiamiento privado fue 64 por ciento y el público 36 por ciento.

En Uruguay el no votar también se paga con multa y con la posible pérdida de derechos. El caso uruguayo es interesante pues la ley permite que sus partidos reciban porcentajes importantes de financiamiento privado.

En 2015, el Partido Nacional tenía 46.1 por ciento de financiamiento privado y 53.9 por ciento público, y el Partido Colorado, 42.3 por ciento de fondos privados y 57.7 por ciento de públicos.

En contraste con los casos uruguayo y argentino, en México el financiamiento privado no puede superar el equivalente a 10 por ciento del financiamiento público.

En este contexto de partidos políticos que representan una gran carga para el erario público, Nava considera que la Ciudad de México está enfrentando el último llamado a la ciudadanía a asumir la responsabilidad de votar,  con miras a las elecciones de 2018.

Porque dentro de dos años “vamos a tener las elecciones a diputados federales, locales y senadores que van a poder ser reelectos para posteriores periodos y si no hacemos un ejercicio serio de ¿qué es lo que queremos los ciudadanos y cómo queremos dibujar las candidaturas? y ¿cómo queremos que nos rindan cuentas? va a ser un desastre”.

Aunque también hay quienes consideran que el voto obligatorio no es la panacea.

El politólogo Alfonso León  expuso en entrevista que “hacer obligatorio el voto resuelve el tema de la abstención, pero no resuelve el que los ciudadanos conozcan realmente a los candidatos”.

Y planteó que una de las razones por las que los ciudadanos no votan “es que no conocen a los candidatos, pues los partidos tienen el monopolio para proponerlos”.