Gran regreso tuvo Germán Quiroga en las Truck

Se disputó por fin la Rattlesnake 400 en el Texas Motor Speedway con el esperado regreso de Germán Quiroga, el gran campeón mexicano, luego de 19 meses de ausencia de las pistas en la NASCAR Camping World Truck Series, logrando en un tiempo récord volver a estar entre los mejores de la categoría, consiguiendo una espléndida octava posición que lo refuerza en su trabajo bien hecho y abre las miras para su regreso definitivo a la categoría.
«Me siento muy contento con el resultado, fuimos sólidos toda la carrera y, aunque siempre quiero más, creo que después de no estar en un coche de carreras por 19 meses fue un muy buen regreso»
Ante el ya mencionado parón, Germán regresaba a su casa en Red Horse Racing y comenzaba su trabajo de readaptación a marchas forzadas, logrando en la primera de las prácticas el lugar 13, con un mejor tiempo de 30.604, mejorándolo en la práctica final y deteniendo el reloj en 30.439. La sesión de calificación fue magnífica para Quiroga, que evidenció su buena adaptación a la camioneta y se quedó con la segunda posición para la salida de la Rattlesnake 400, a tan sólo 22 milésimas de la pole position.
Uno de los principales asuntos a considerar para el buen desempeño de Germán Quiroga en la pista era el de la correcta comunicación y adaptación con los miembros de su equipo, muy en especial con su Jefe de Equipo, Scott Zipadelli, con el que nunca tuvo oportunidad de trabajar; afortunadamente, tanto el piloto de Red Horse Racing como Scott se adaptaron rápidamente el uno al otro y trabajaron en perfecto engranaje prácticamente desde el primer minuto, aspecto que se vio posteriormente reflejado en el buen desempeño del jefe, piloto y vehículo en la carrera.
«La adaptación con Scott Zipadelli fue muy buena, desde el día que lo conocí tuvimos muy buena química y se notó en la pista, hicimos las cosas con paciencia por mi ausencia de 19 meses y logramos muy buenos resultados»
La carrera iniciaba con un Germán Quiroga que no tuvo una buena arrancada, lo que le hizo perder algunas posiciones desde el inicio de la carrera; poco a poco y con su paciencia y buen hacer, lograba regresar a las primeras posiciones, sintiéndose muy cómodo en el top-5 de la competencia y demostrando que la valía y experiencia al volante logradas durante tantos años ahí seguían y no desaparecieron.
Lamentablemente, el vencedor de la carrera, William Byron, golpeó con su camioneta #9 a la #11 de Germán y ésta perdió su perfecto desempeño aerodinámico, por lo que comenzó a tener algunos problemas que le ocasionaron no poder ser lo rápido que había sido hasta el momento, sobre todo en los 2 últimos de los 4 reinicios de la carrera, donde la camioneta se sentía muy suelta, finalizando el triple campeón de la NASCAR México en un magnífico octavo lugar.