BARCELONA.-La alianza independentista en Cataluña se rompió ayer debido al rechazo de la izquierda radical a apoyar el presupuesto del gobierno, que lo asumió como un fracaso de su plan de secesión de España y contempla nuevas elecciones.
“Constato que mi gobierno ha perdido la mayoría necesaria para poder trabajar y cumplir nuestro plan de gobierno”, dijo el presidente catalán, Carles Puigdemont, después de perder la votación parlamentaria.
La coalición Juntos por el Sí de Puigdemont, formada por partidos independentistas de derecha e izquierda, llegó al poder tras un pacto con la Candidatura de Unidad Popular (CUP), de izquierda radical, para convertir esa región en una república independiente.
Sin embargo, ese pacto se rompió ayer cuando la CUP se unió a la oposición no independentista para impedir la tramitación de los presupuestos, que fueron rechazados con 62 votos a favor y 72 en contra.
Ante la nueva coyuntura, Puigdemont anunció que en septiembre se sometería a una moción de confianza en el Parlamento.
Si la CUP vuelve a alinearse con los no independentistas, deberá escogerse un nuevo gobierno o convocarse nuevas elecciones, las cuartas desde 2010, con lo que el proceso independentista quedaría abortado.
Después de obtener la mayoría absoluta del parlamento regional en septiembre de 2015, los separatistas se comprometieron a preparar esta región de 7.5 millones de habitantes para separarse del resto de España.
Para ello, contemplaban la puesta en marcha de instituciones como un banco central o una hacienda independiente, a la que destinaban 48.5 millones de euros en este presupuesto.