Intentan apaciguar a Sanders

Los demócratas iniciaron ayer un proceso de reconciliación interna entre la virtual candidata presidencial, Hillary Rodham Clinton, y los rebeldes seguidores del derrotado senador Bernie Sanders, quien afirmó la noche del martes que seguiría en campaña hasta la Convención Nacional de Filadelfia, a fines de julio.

Sin embargo, según The New York Times, un rápido viaje a su residencia de Vermont, una reunión hoy con el presidente Barack Obama en Washington y la reducción de su equipo, “señalaron que el fin estaría acercándose”.

Sanders y Obama han hablado en muchas ocasiones a lo largo de la campaña, y se considera que tienen un buen entendimiento.

Por su parte Clinton comenzó ayer propiamente su campaña presidencial, casi dos meses antes de que su candidatura sea formalizada en la Convención Nacional de Filadelfia, y aún ante el posible escándalo sobre el uso de su servidor personal para comunicaciones secretas del gobierno.

En medio de sus deliberaciones, Sanders enfrentaba llamados y presiones de políticos demócratas para abandonar sus pretensiones, aunque de acuerdo con reportes de prensa, muchos de sus seguidores lo alentaban a “seguir la lucha”.

Al igual que el ahora precandidato presidencial republicano, Donald Trump, Sanders buscó la candidatura de un partido con el que trabajó políticamente, pero al que no pertenecía, y despertó el entusiasmo de un amplio sector descontento con la situación del país.

Los seguidores de Trump se sienten enfrentados con el gobierno, que consideran no les hace caso, mientras los de Sanders consideran que los poderes financieros tienen “comprados” a los políticos estadunidenses para beneficio propio.

Pero a diferencia de aquél, y a pesar de importantes victorias durante las primarias, Sanders no logró desplazar a Clinton, exprimera dama, exsenadora y exsecretaria de Estado, amén de ser la candidata del establishment.

De acuerdo con la publicación especializada Politico.com, Rodham Clinton logró lo que una docena de aspirantes republicanos no: “sobrevivir a una oleada populista”.

Y hoy, agregó, “mientras Donald Trump trata de organizar una potente brigada con rastrillos para capturar Washington, los solitarios ojos del establishment voltean hacia Hillary (Rodham) Clinton”.