Condenan que SLP ocupe los primeros lugares en consumo de inhalantes

 

Jalil Chalita Zarur, secretario de Vinculación  del CDE del PAN, condenó que nuestro estado ocupe uno de los primeros lugares en el país en cuanto a consumo de inhalantes y que un gran porcentaje de adictos sean niños desde los 6 o 7 años de edad.

Cuestionó qué hacen los padres de familia, las autoridades y la sociedad en su conjunto para prevenir este  problema que pone en riesgo la vida y el futuro de tantos menores de edad.

En entrevista, indicó  que solicitará a las autoridades  que  instrumenten campañas informativas y preventivas sobre este tema,  pues  se sabe que  afuera de algunas escuelas los escolares compran sustancias en botes de Frutsi de diferentes colores a un precio aproximado de 5 pesos.

“Los inhalantes, que se clasifican en disolventes volátiles, gases, aerosoles y nitritos, no sólo provocan daños a nivel cerebral, sino también a nivel orgánico, como trastornos gastrointestinales,  afectación en los riñones y el hígado, arritmias cardiacas, edemas pulmonares, bronquitis, infecciones crónicas en los ojos y pérdida de la audición”.

También, agregó,  tienen efectos mortales, ya que la aspiración de cantidades altamente concentradas de las sustancias químicas que los componen puede provocar insuficiencia cardiaca y la muerte minutos después de inhalarlos.

“A este síndrome se le conoce como muerte súbita por inhalación y lo riesgoso es que puede producirse en una sola sesión, es decir, un joven perfectamente saludable puede morir en un sólo episodio de uso de inhalantes”.

El uso de inhalantes, advirtió Chalita Zarur,  no es una broma, ni un juego de adolescentes. No es tampoco exclusivo de personas de bajos recursos o que viven en la calle. En los datos de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) de los años  1993, 2002, 2008 y 2015 , podemos observar que los inhalables han ocupado el segundo y tercer sitio en las drogas de preferencia a nivel nacional, por encima de la heroína, el LSD, las anfetaminas y otras más.

Chalita Zarur dijo que los factores que contribuyen al uso de inhalantes están la violencia social que vive el país, las condiciones socioeconómicas adversas e historial de maltrato en la niñez. También el temperamento influye, el entorno familiar; el abandono de los padres y cuando los niños están al cuidado de los abuelos, que muchas veces no tienen autoridad con los menores.

Esto debería de ser una preocupación social fundada pues las sustancias que se inhalan son de fácil acceso para los niños y jóvenes, a  muy bajo precio.

«Estas sustancias, de uso práctico en la industria y en diversas actividades, en las manos equivocadas y con el ánimo de alterar la conciencia, se convierten en drogas igual o mayormente peligrosas que las que conocemos comúnmente».

Por lo anterior, concluyó, es importante estar pendientes de incluir en todo tipo de campañas de prevención y en actos considerados como delictivos, a los inhalantes como drogas, ya que afectan seriamente la salud de quienes las consumen.