La etapa en alta mar de la expedición 364 está completa, según publicaron en los primeros minutos de ayer Mary Mowat y Dave Smith, mánager de operación y gestión de datos del Consorcio Europeo de Perforación para la Investigación Oceánica (Ecord, por sus siglas en inglés), encargados de la operación de esta misión científica en el cráter de Chixchulub.
Ante ello, el equipo de perforación ya está siendo desmantelado y los integrantes de la expedición están ansiosos por volver a casa.
En el blog dedicado al proyecto y en las cuentas de Facebook y Twitter de Ecord, también se mostraron fotografías de los últimos minutos de trabajo en la Plataforma Myrtle, instalada en el centro del cráter donde cayó el meteorito que se cree provocó la extinción de los dinosaurios. De acuerdo con los datos difundidos, la profundidad alcanzada fue mil 334.69, aunque la meta eran mil 500 metros; se trabajaron 55 días, de los 65 programados. Según el proyecto, en el tramo de 800 a mil 500 metros de profundidad se buscaba vida microbiana, ya que existe la hipótesis de que el anillo de picos (círculo relieves formados por el impacto) se fracturó y que a través de venas se rellenó de minerales provenientes de un vasto sistema hidrotermal. Con lo recuperado, se examinarán evidencias de ADN de microbios quimiosintéticos.
Como se publicó ayer, científicos mexicanos, entre ellos la doctora Ligia Pérez Cruz, indicaron que durante el tiempo de trabajo se recuperaron núcleos que servirán para seguir componiendo el “rompecabezas” de lo que pasó hace 65 millones y medio de años.