Coccidinia: ¿qué hacer si me duele el coxis?

El dolor en el coxis es común debido a golpes o caídas y suele desaparecer con el paso de los días. Sin embargo, en ocasiones los malestares no remiten con el tiempo y pueden afectar tus actividades.
¿Cómo aliviar el dolor de coxis si se agrava o es recurrente? ¿Te es familiar el dolor en el coxis al sentarte o al ejercer presión en la zona inferior de la columna? Tal vez sea un dolor agudo, sordo o palpitante que hace difícil o molesto tomar asiento. Estos malestares pueden ser síntomas de coccidinia, que también es conocida como coccigodinia o dolor del hueso sacro (que une al coxis y a la columna) o de la rabadilla. El coxis o cóccix es la parte más baja de la columna vertebral que representa una cola vestigial. Consta de 3 o 4 huesos pequeños fusionados, así como entre 3 a 5 vértebras fusionadas. No es un hueso sólido, sino tiene cierto movimiento limitado entre los huesos permitido por articulaciones fibrosas y ligamentos. La coccidinia es la inflamación del coxis, comúnmente causada por algún tipo de lesión o trauma. Por lo general, las personas que experimentan esta molestia se quejan de dolor en el coxis que empeora cuando se toca, se recibe presión (como al sentarse), al ponerse de pie luego de estar sentad@ o al sufrir estreñimiento.
¿Por qué me duele el coxis?
Las señales de dolores sacrococcígeos pueden variar desde una leve molestia hasta un dolor agudo, cada persona los experimenta de diferente forma, incluso, en un mismo individuo el malestar cambia con el tiempo. Sin embargo, las lesiones en el coxis se producen típicamente por las siguientes situaciones:
Traumatismos locales. Lesiones relacionadas con los deportes o caer sobre el coxis pueden inflamar ligamentos, dañar el cóccix o la unión que lo une con el hueso sacro. Esta es de las más comunes causas de dolor de coxis.
Embarazo. El dolor de coxis en el embarazo es común, puesto que en este periodo se modifica la curvatura de la columna y el hueso sacro queda más expuesto. También puede deberse a los cambios posturales y al peso que ejerce el vientre materno, en especial, durante el último trimestre del embarazo.
Partos. Durante el parto, la cabeza del bebé pasa por encima de la parte superior del cóccix y la presión creada puede resultar en lesiones en el coxis (en discos, ligamentos o huesos). Aunque es poco frecuente, la presión también puede causar una fractura de coxis.
Presión. Actividades que ejercen presión prolongada sobre el cóccix, como montar a caballo o permanecer sentad@ mucho tiempo pueden provocar la aparición de dolor. En estos casos las molestias en el coxis no son permanentes; pero si la inflamación y síntomas no se tratan, el dolor puede llegar a ser crónico.
Tumor o infección. Con muy poca frecuencia, la coccidinia se debe a un tumor o una infección en la región del coxis que ejerce presión sobre éste.
Asimismo, los dolores sacrococcígeos son más comunes en mujeres que en hombres. Esto debido a que el coxis femenino está rotado, por lo cual está más expuesto a sufrir lesiones, además de que se ejerce más presión sobre éste al sentarse, pues las mujeres tienen una pelvis más amplia.
Tratamiento para coccidinia
Los síntomas de coccigodinia son fáciles de reconocer, si los experimentas es momento de visitar a un profesional de la salud, quien realizará un diagnóstico de coccidinia a partir de tu historia clínica, examen físico completo y pruebas como radiografía o resonancia magnética para excluir trastornos óseos o de tejidos.
Generalmente, el tratamiento para coccidinia es local y no invasivo, por lo que incluye antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como ibuprofeno, naproxeno e inhibidores de COX-2. Estos medicamentos ayudan a reducir la inflamación del coxis, que suele ser causa del dolor.
Asimismo, puedes seguir estos consejos para aliviar el dolor de coxis:
Aplica hielo o una compresa fría en la región del coxis varias veces al día durante los primeros días con dolor.
Aplica calor o una compresa caliente en la zona cuando ya se tiene tiempo con las molestias en el coxis.
Evita sentarte durante periodos prolongados, así como ejercer cualquier presión sobre la región, tanto como sea posible.
Utiliza una almohada para ayudar a aliviar la presión al sentarte. No importa el tipo de almohada o modo de sentarte, siempre que se evite la presión en el coxis.
Si el dolor es persistente o intenso, otras opciones de tratamiento son inyecciones (anestésicos y esteroides puede proporcionar alivio), terapia física (manipulación o elongación de ligamentos) o intervención quirúrgica, según la decisión médica.
Ejercicios para el dolor de coxis
Casos leves de dolor en el coxis suelen desaparecer por sí mismo con un poco de descanso y relajación. Asimismo, puedes realizar ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento para aliviar el dolor que se irradia (si tu caso y médico lo permiten). El tiempo estimado de respuesta para la disminución de dolor luego de la realización de estos ejercicios es de, aproximadamente, un mes, por lo que se sugiere constancia en los mismos:

Contracción anal. Contrae los músculos del esfínter anal tan fuerte como te sea posible durante 10 segundos. Suelta lentamente y respira profundamente. Realiza 10 repeticiones, tres veces al día. Esto estimula la circulación de sangre a la zona pélvica, además de fortalecer y tonificar músculos, nervios y ligamentos.
Inclinación hacia adelante estando de pie. Coloca los pies juntos y contrae los músculos abdominales. Dobla tu torso mientras te aseguras que tu rodilla se mantenga recta, para llevar las puntas de tus dedos a tus pies. Mantén la posición sin mover tus caderas hacia atrás (para que el peso del cuerpo no se transfiera a los talones y en cambio se distribuya en la planta de los pies). Mantén la posición durante 1 minuto y lentamente alarga el torso a la posición inicial. Esta pose estira músculos y ligamentos que rodean la región del coxis. Realiza 10 repeticiones.
Sentadilla sin peso. Con los pies colocados al ancho de tus caderas, vuelve tus dedos de los pies ligeramente hacia afuera y extiende tus brazos hacia delante. Lentamente dobla tus rodillas para bajar en una posición en cuclillas, asegurando que tu torso se mantenga recto. Mantén esta posición durante 2 segundos y lentamente regresa a la pose inicial. Este ejercicio fortalece músculos de glúteos y muslos, eliminando así el exceso de presión en el coxis. Realiza 10 repeticiones.
Puente. En una superficie firme, tiéndete sobre tu espalda con tus rodillas dobladas, pies firmemente plantados en el suelo y brazos a los lados. Contrae los músculos abdominales y de glúteos mientras levantas tus caderas del suelo. Continúa con este movimiento hasta que tus caderas estén alineadas con hombros y rodillas. Mantén la posición durante cinco segundos y vuelve lentamente a la pose inicial. Realiza 10 repeticiones una vez al día.
Al igual que el dolor en la zona lumbar, las molestias en el coxis pueden ser debilitantes, incluso el simple acto de sentarse causa malestares intensos. ¡No tienes que vivir en dolor!, si experimentas episodios de dolor en el coxis, o si este se ha convertido en crónico, visita a tu médico para recibir tratamiento para coccidinia.