Vivir en pareja es bueno para la salud

A pesar de la mala fama que tiene el amor por estos días, un reciente estudio comprobó que las personas que viven en pareja gozan de una mejor salud que las solteras.El estudio es claro: Las personas que viven en pareja sufren menos diabetes, enfermedades del corazón, depresión y, aparte de todo, reportan una verdadera satisfacción en su vida sexual.

Investigadores de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido observaron que las parejas casadas tenían una tasa de mortalidad entre un 10 y 15 por ciento más baja que la del resto de la población.

Aún más sorprendente es conocer que, quienes se benefician más en la vida en pareja son los hombres, pues, después de dar el sí en el altar, mejoran su estilo de vida radicalmente, pues se alimentan mejor y son menos propensos a sufrir enfermedades.

Además, la presión arterial es más baja en los hombres casados que en los solteros y sufren menos de Alzheimer y enfermedades pulmonares.

Las mujeres casadas también son más saludables que las solteras, pues se comprobó que las primeras viven menos es-tresadas y deprimidas porque comparten sus preocupaciones en cuanto al dinero, cuidado de los hijos y problemas laborales con su pareja, lo que las hace estar más relajadas y felices.
En el estudio, los investigadores también concluyeron que la duración de las relaciones también afectaba a la salud, siendo mayor el beneficio en las parejas que llevaban más tiempo jun-tas.

La convivencia suele ser dura a veces, pero demuestra que un equipo puede hacer la vida más llevadera.

Relaciones de pareja conflictivas disminuyen la salud

Pelear con la pareja no sólo disminuye el estado de ánimo sino que puede traer problemas para la salud a largo plazo. Te explicamos por qué. ¿Crees que una relación conflictiva puede aportar algo positivo a un ser humano?. La respuesta parece obvia.

Pero en nuestro entorno podemos constatar que las parejas que pelean todo el tiempo están más cerca de lo que pensamos. Incluso tú misma puedes estar envuelta en una relación donde las discusiones y las agresiones son pan de cada día.

Lo malo es que no todo se olvida con la reconciliación: El cuerpo y la mente de una persona inmersa en una relación conflictiva van acumulando todo ese desgaste emocional hasta llegar a enfermarse física y psicológicamente.

A esa conclusión llegó un estudio llevado a cabo en la Universidad de Washington, cuando un grupo de investigadores evaluó en un laboratorio parámetros como la respiración, el ritmo cardiaco, el nivel de sudoración y la emisión de hormonas en parejas enfrascadas en una discusión.

Las reacciones corporales de la pareja en conflicto no se hicieron esperar: Como consecuencia inmediata de la discusión, se presentaron en ambos miembros de la pareja una elevación significativa de la sudoración y la adrenalina, aumento del ritmo cardiaco y de la presión arterial, movimientos nerviosos, contracción del estómago, parálisis del cuerpo y de la mente.
A largo plazo, se concluyó que las parejas conflictivas tenían problemas de estrés crónico, deficiencias en su sistema inmunológico, problemas en el sistema nervioso autónomo, problemas de ansiedad, depresión, adicciones, trastornos psicosomáticos, entre otros.

Claves para mejorar la relación de pareja

1. Hablar: Muchas peleas y discusiones en pareja empiezan por un malentendido. Para evitar las peleas, lo mejor es comunicarse, hablar y tratar de encontrar la solución a los conflictos.

2. Respetar: Por más acalorada que se presente la discusión, el respeto debe permanecer. Ninguno de los miembros de la pareja debe permitir insultos o agresiones físicas o verbales.

3. No convertir las discusiones en el medio para llegar a un acuerdo: Muchas parejas creen que para tomar una decisión se debe primero pelear y confrontarse. Ese no es el camino: Se puede hablar, razonar y llegar a acuerdo sin necesidad de crear conflictos innecesarios.

4. Resolver los problemas del pasado: Muchas parejas creen haber superado sus problemas, pero a la hora de la verdad el rencor y la falta de perdón se hacen presente en cada discusión en forma de reclamos e indirectas. Perdona, y sobre todo olvida, las heridas del pasado para que tu relación tenga futuro.

5. Acude a terapia de pareja cuando los conflictos, las peleas, los gritos y los insultos parezcan no tener solución. Un tercero puede ser de gran ayuda para una pareja que hace del conflicto su forma de relacionarse.