Vaticinan productores de ladrillo un considerable incremento al precio de venta de ese tipo de tabique, una vez instalado el nuevo parque ladrillero en el municipio de Villa de Reyes, derivado de los costos por producción, traslado, personal, permisos, entre otro tipo de impuestos que serían expuestos los fabricantes de ese producto.
Referente al tema, productores de ladrillos dudan de la nueva propuesta de la Secretaría de Ecología y de Gestión Ambiental (SEGAM) por mudar el nuevo parque ladrillero que se ubicaría a por lo menos seis kilómetros del antiguo relleno sanitario de Peñasco, hacia el municipio de Villa de Reyes, pues aseguran que el traslado, material y producción del tabique en aquel municipio, reduciría considerablemente las ganancias por venta al aumentar el costo de producción en aquella zona.
Uno de los adherentes al ese proyecto dijo encontrarse en disyuntiva sobre el tema, pues con la nueva propuesta de la SEGAM, los costos por producción elevarían el precio del producto a casi el doble pues aseguró que los fabricantes no estarán de acuerdo en que exista una reducción a las ganancias generadas al solventar el traslado y alto precio de producción.
Comentaron que la cercanía de las ladrilleras con la capital, así como el bajo costo de la adquisición del combustible actualmente utilizado en los hornos de producción, repercute en un costo bajo en la venta del producto final, pero al haber mudanza a otro municipio, se deben considerar distintos factores que generarían una elevación en los costos para la adquisición del ladrillo.
“Pues sabemos que los hornos van a ir conectados a un ducto de gas, nosotros no usamos gas y tendríamos que pagar por el servicio; el traslado de aquí (peñasco) al centro es en cuestión de minutos y no de horas, y tendríamos que pagar por grandes camiones para el traslado desde allá y pues claro que aumentaría el costo del ladrillo, pues si no nos sale”.
Por lo anterior pidió a nombre de algunos agremiados, que las autoridades ambientales recapaciten la propuesta porque el costo por construcción de vivienda sería mucho mayor al actual, lo que se traduciría en una afectación a la economía familiar.