¿Por qué algunas madres matan a sus hijos?

CIUDAD DE MÉXICO

El 2 de octubre de 2006, la madre soltera de 31 años de edad Elaine Campione sacó su cámara de video y grabó a sus dos hijas pequeñas,Serena de tres años de edad y Sophia de 19 meses, mientras jugaban en su departamento. En la grabación, la escena en las que Serena colorea en la sala y le dice a su madre lo mucho que la ama se corta por otra de Sophia chapoteando en el agua de la bañera mientras Campione canta «twinkle, twinkle little star».

Más tarde, fuera de cámara, Campione ahogó a sus dos hijas en la bañera. Secó los cuerpos, les puso las pijamas, acomodó a las niñas en la cama y colocó un rosario color turquesa y un álbum de fotos entre las hermanas fallecidas. Luego se tomó lo que pensaba que sería una sobredosis de clonazepam (un medicamento recetado para tratar el trastorno bipolar o la esquizofrenia) y regresó a la sala para seguir grabando.

Ahora el video muestra a Campione sola, sentada en su sofá, llorando y hablándole a la cámara que se encuentra al otro lado de la habitación. El manifiesto de casi diez minutos es para su exmarido, Leo Campione, quien ella afirma que la golpeaba y abusó de ella y de su hija mayor. La pareja estaba en medio de una batalla por la custodia de las niñas. Los Campiones se encontraron en la corte más tarde esa semana.

¿Ya estás feliz? Las niñas se han ido… ¿Cómo te hace sentir eso, Leo?», le pregunta Campione a la cámara. «Te odio, Leo. Eres el diablo. Querías ganar, pues ganaste. ¿Estás feliz? ¿Cómo te hace sentir eso? Porque a mí no me hace sentir nada bien. Lo he perdido todo… Nunca sabré en lo que mis hijas se hubieran convertido».

Según el propio relato de Campione, luego apagó la cámara y se desmayó, con la esperanza de morir al igual que sus hijas. En lugar de eso, se despertó un día y medio después. Extrañamente, volvió a encender la cámara. Se puede escuchar la radio sonando en el fondo y la habitación aún está alumbrada por luz natural.

Traté de suicidarme con una sobredosis, pero no funcionó», confiesa llorando. «Esas niñas eran mi vida».

Es casi imposible para la mayoría de la gente entender cómo un padre puede asesinar deliberadamente a su propio hijo.

En ese momento, Campione detiene la grabación y llama a la policía. Más tarde, en un interrogatorio en la estación de policía, ella fingió no saber que sus hijas estaban muertas. Obviamente, la confesión que hizo en su video fue la que la llevó a la cárcel por dos cargos de asesinato en primer grado después de su juicio, casi cuatro años después.

Es casi imposible para la mayoría de la gente entender cómo un padre puede asesinar con deliberación a su propio hijo —un acto brutal legalmente definido como filicidio, infanticidio o neonaticidio (dependiendo de la edad del niño). Cuando ocurren estos casos raros, a menudo se encuentran envueltos en una curiosidad morbosa del público que no se disipa con un veredicto.

Aún hay varios casos infames que permanecen en la conciencia pública: A pesar de que este crimen ocurrió hace dos décadas, Nancy Grace, la anfitriona del canal detelevisión HLN habla de nuevo de Susan Smith, la madre de Carolina del Sur, quien dirigió su auto a un lago con sus dos hijos pequeños atados en el asiento trasero. El caso de una joven madre de Florida, Casey Anthony, se convirtió en el caso más grande de la histeria pública cuando Anthony fue declarada inocente de la muerte de su niño, Caylee, a quien supuestamente había drogado con cloroformo y asfixiado colocando cinta adhesiva sobre su boca y nariz.

Según un estudio de 2005, «el filicidio por parte de la madre se produce con mayor frecuencia en Estados Unidos que en las naciones en desarrollo». Un 30 por ciento de los homicidios de niños menores de cinco años son llevados a cabo por la madre….