El corazón no avisa igual a las mujeres

La tasa de mortalidad femenina por infartos es mayor que la reportada en los hombres debido a que los síntomas en ellas son confundidos con otras enfermedades o simple cansancio

Al menos la mitad de las mujeres que sufrieron un infarto no supo identificar los síntomas, pues, muchas veces, los confundieron con malestares inespecíficos como dolor de cabeza o en la boca del estómago, fatiga o simple debilidad general.

Esto, a la larga, se traduce en una mayor mortalidad a causa de padecimientos cardiovasculares, pues al no identificar que están sufriendo un infarto, acuden al médico demasiado tarde.

Anualmente mueren 90 mil mujeres en México a causa de padecimientos cardiovasculares, de acuerdo con las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Esto supera las 46 mil muertes por diabetes o las 38 mil por tumores malignos, como el de mama o el cérvico-uterino, que, juntos, matan a casi diez mil mujeres en México cada año.

Se estima que, mientras una de cada 23 mujeres adultas puede fallecer por cáncer mamario, una de cada tres va a morir de un infarto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cardiología.

Las condiciones de salud de las mexicanas explican parte del problema. Ahora mismo, 73% sufren algún grado de sobrepeso u obesidad, lo que equivale a 41.7 millones de mujeres, según la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.

De acuerdo con Julio Morfín, miembro del Colegio Mexicano de Especialistas en Obstetricia y Ginecología esa obesidad aumenta el riesgo de tener un infarto cardiaco

Tener de cinco a 7.9 kilos de sobrepeso incrementa el riesgo de tener un infarto en 25%; de ocho a 10.9 kilos aumenta 64% la probabilidad, mientras que tener más de 20 kilos de sobrepeso incrementa el riesgo en 165 por ciento.

Sin embargo, la hipertensión es el principal riesgo para que una mujer sufra un infarto, seguido del tabaquismo.

La edad, por otro lado, es en sí un factor de riesgo, pues tras la menopausia aumenta la incidencia de los padecimientos cardiovasculares.

“Se ha visto que cuando se dejan de producir estrógenos aumentan niveles de colesterol malo y disminuye el colesterol bueno, y aumentan los niveles de triglicéridos, que hacen más propensas a las mujeres a problemas cardiovasculares, entre ellos un infarto. Por eso es importante que cuiden su peso y modifiquen sus estilos de vida antes de llegar a la menopausia”, alertó Julio Morfín.

De acuerdo con Fausto García Mayen, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Juárez de México, antes de los 60 años una de cada nueve mujeres presenta un problema cardiovascular, pero, luego de los 65 años, la estadística llega a una de cada tres.

Sin pistas claras

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ataques al corazón suelen ser fenómenos agudos que se deben, sobre todo, a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón.

Este bloqueo sanguíneo priva al músculo de oxígeno hasta que el tejido muere.

Fausto García, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Juárez de México, indica que al menos la mitad de las mujeres que tienen un infarto no reconoce los síntomas.

A veces los confunden con otras enfermedades como gastritis, neumonía o sólo cansancio.

A diferencia de los hombres, que en su mayoría presentan el típico dolor en el pecho, ellas sufren una sintomatología inespecífica que va desde dolor de cabeza, pérdida súbita de la visión y fatiga.

Es por ello que la tasa de mortalidad femenina es mayor que la reportada en los hombres.

“En diferentes estudios se ha reportado que la fatiga se presenta de dos a cuatro semanas antes de que ocurra el infarto; el problema es que, como son síntomas inespecíficos, a veces ni el médico va a pensar en posibilidad de infarto, y aquí es donde tenemos que empoderar al paciente. Otra molestia que pueden tener es dolor en el hombro izquierdo o la parte central de pecho, o un dolor como si fuera un problema gastrointestinal, síntomas que pueden encaminar a pensar que puede ser cardiopatía isquémica”, indicó García Mayen.

“Desgraciadamente, en el caso de las mujeres la falta de información pesa, pues es un factor que provoca que ellas tengan una mayor mortalidad por infarto que el hombre, porque, a pesar de tener algunas molestias, acuden más tardíamente al médico”, alertó.