«Hoy comienza una nueva era en la Federación Mexicana de Tenis» es la sentencia de apertura de la carta de José Antonio Flores Fernández, presidente de FMT a partir del 15 de abril, que fue profusamente difundida en todas las organizaciones y habitantes del planeta tenis mexicano tras de la entrega administrativa del órgano rector del tenis nacional al nuevo Consejo Directivo bajo su conducción para el periodo 2016-2020.
De acuerdo con el texto, la exultada «nueva era» contiene la reiteración de un triple compromiso que las administraciones anteriores, incluso bajo fuertes presiones mediáticas, supieron darles la vuelta y mantener en suspensión animada para que al que siguiera le cayera el paquete. Siempre apegados al texto de la misiva de Flores, la primera meta a alcanzar es la de «poder establecer rutas de unión entre jugadores, entrenadores, promotores, clubes, asociaciones, dirigentes del deporte municipal, estatal y federal, a fin de transformar conjuntamente con (ellos) al tenis mexicano». Un llamado constante e inútil, históricamente, mostrado en los disimulados pero cruentos estira y afloja de personajes de pantalón largo, por el control del tenis en un país en el que el deporte NO es asunto de Estado. Por fortuna, el empleo racional y académico del concepto «transformación», dista de la semántica de las «promesas» y se ubica más bien en el de la responsabilidad social: nada se promete, simplemente se transforma…termodinámica elemental.
Enseguida, y descarnadamente, la carta va directa a la yugular del teatro de operaciones de los de por sí exiguos recursos para el deporte: la CONADE, feudo del tenista aficionado y ex policía Alfredo Castillo, quien con su escandaloso intento de fiscalizar las Federaciones deportivas al antojo de los intereses no precisamente nacionalistas a los que sirve, se atrevió a casi imponer nuevas directivas con marcados rasgos de estado policiaco. Con el estilo que sólo un académico puede lograr, Flores plantea la exigencia de que CONADE destine de forma directa los recursos en los programas federativos sin olvidar a nadie: tenistas amateurs, profesionales, veteranos, tenistas de capacidades diferentes y agrupaciones femeniles, «a fin de enriquecer con su participación en eventos OFICIALES, la estructura de la Federación Mexicana de Tenis».
Y atento al más grave de los problemas de los dineros, aquellos etiquetados para
«garantizar el buen desarrollo de los tenistas que nos representan en justas internacionales», por un lado, y la prioridad de la formación de cuadros infantiles y juveniles cuyos padres no tengan que mendigar apoyos para torneos, por otro, el directivo plantea dos estrategias: la búsqueda de unificación de criterios con CONADE, («imposible is nothing») y el contacto directo y permanente con la FAMILIA tenística mexicana en la concreción de todo el trabajo realizado: la presencia de federativos y asociados estatales en cuanto torneo sea posible. Termina la época de jovencit@s rompiéndose el alma en la cancha, mientras algunos directivos se divierten en «juegos de adultos», sin el mínimo respeto al esfuerzo de quienes representarán a México en el gran planeta tenis.
Aunque con cierto desfase en la redacción que nunca anuncia cambio de tema, el documento de presidencia FMT da seguimiento a la primera propuesta tras de su elección, a saber, el que todo protagonista del tenis nacional haga llegar racionalmente sus ideas a la propia mesa de Flores: «Los proyectos y planes a desarrollar se les darán a conocer una vez que estos hayan sido aprobados por el Consejo Directivo que represento. Se conformarán los diversos comités con especialistas en sus áreas…integrados por personas con reconocimiento y capacidad suficiente para Infantiles y Juveniles, Veteranos, Amateurs, Profesionales, Copa Davis, Copa Fed, Arbitraje, Afiliaciones y Mercadotecnia».
Fiel a una de las bases del marketing, el tema cierra con un llamado a la identidad:
«Si deseas participar será un placer y honor que te unas a este grupo. Envíanos tu propuesta para integrarte al comité respectivo». Finalmente, un manazo a los espíritus pesimistas y paternalistas: «Tus quejas y sugerencias serán recibidas, pero te pido acompañes a las mismas sus posibles soluciones. El Consejo Directivo que represento estará disponible para atenderlos, sus nombres y cargos los encontraran en la página oficial de FMT». Y justo en ese sitio web puede consultarse la carta completa, la cual concluye con el lema «SUMEMOS, POR EL MEJOR TENIS PARA MEXICO».
INICIA EL FUEGO DEL TENIS EUROPEO WTA
Decapitada la reina Maria por los mismos megaconsorcios que la llevaron al cielo, el top 10 WTA es un desbarajuste. Ridícula e infamante, la mole de Serena Williams ahora está en las pasarelas, feudo también perdido por la sacrificada rusa. Pero el karma no perdona y la dizque invencible número uno no ha visto una en el año: muy sonriente aceptó su derrota en Melbourne ante la hoy número 3 Angelique Kerber, para luego ser vapuleada en Indian Wells por la increíble Victoria Azarenka, hoy número 5 y campeona de Miami, donde la Williams cayó en tercera ronda. Lo mismo le pasó a la pandilla checa lidereada por Lucie Safarova y Karolina Pliskova, ambas ya fuera del top 10.
Esta semana se encendió el fuego del tenis europeo. El premio Porsche de Stuttgart, Alemania, avanza y prefigura la recomposición del top 10 sin Sharapova Estuardo. En picada, caída este jueves en tercera, Simona Halep perderá su sexto sitio y llegará cojeando al Mutua de Madrid, y si sobrevive, aún le quedarían el Internazionali de Roma, el Internationaux de Estrasburgo y la Copa Nuremberg, antesala de Roland Garros.
En contraste, Ana Ivanovic, luciendo su título de «la más deseable del circuito», viene de regreso ( del 24 al 15 sitios en 3 meses) y la hegemonía bien merecida de Agnieszka Radwanska resalta su genuino número 2 del planeta, apretadita junto a la Kerber. Una de ambas tendrá que reconquistar el París sin reina, aunque la racha de Roberta Vinci (8) sigue en Stuttgart junto con Petra Kvitova (7) y hasta la hispana Carla Suárez-Navarro (10). El resto del top de las pocas pero amazónicas bellezas aceptadas en Roland Garros incluye a la vertiginosa danzarina Vica (5), a la desarraigada Garbiñe Muguruza (4) y a la pequeña verdugo de Serena, la suiza de 19 años Belinda Bencic (9).
