Transición de terciopelo en FMT. Se suma el Club Alemán a la nueva ruta de Antonio Flores.

En un discreto ritual con casi diez años de no verse en el planeta tenis de México, lo que obliga al protocolo de mencionar al quién es quién por nombre, cargo y sumatoria, el día 13 de abril José Antonio Flores Fernández recibió de manos de Gastón Villegas Serralta la administración de la Federación Mexicana de Tenis (FMT), ante el Notario Público No.102, Lic. José María Morera González. El acto tuvo lugar en las oficinas de esta institución, en donde estuvieron presentes los nuevos integrantes del Consejo Directivo de la FMT de más importantes carteras:
Armando Suárez Muñoz, Secretario General; Jorge Velázquez Valassi, Segundo Vicepresidente; Carlos Illescas Ávila, Tesorero y Rogelio Pérez del Castillo, Representante Jurídico. A partir de ese día, todos ellos responsables ante el mundo de la administración del órgano rector del tenis nacional para el periodo 2016-2020.
Menos de 24 horas después y bajo la consigna «Sin los medios de comunicación no existimos», el primer acto del flamante Consejo, tras de una puntual convocatoria, consistió en un abierto convivio con trabajadores y asesores de los medios: reporteros y fotógrafos/camarógrafos de prensa escrita, radio, televisión, revistas especializadas y páginas web que cubren tenis en el país «con la finalidad de iniciar una relación cercana, cordial y profesional». Alrededor de ocho medios del Distrito Federal y del Edomex, grupo al que fue bienvenido a título personal el cronista de San Luis Potosí, se dieron tiempo para convivir en las instalaciones del Club Alemán de México, en Tepepan, Xochimilco, escenario histórico donde se escribieron páginas gloriosas del tenis mexicano, cuando el equipo Copa Davis nacional era parte del Grupo Mundial.
La reunión se llevó a cabo en un ambiente cordial, de nuevo con protagonistas renombrables, encabezados por José Antonio Flores Fernández, Presidente de la Federación Mexicana de Tenis, quien estuvo acompañado por Javier Tinoco, Director General del Club Alemán de México; Mario Alberto Chávez Casas, Primer Vicepresidente de la FMT y Presidente de la Asociación de Tenis de Nuevo León; Gregorio Hidalgo, Comisionado de Transición de la FMT y Gabriela Juárez, comisionada de Tenis del Club Alemán de México. Hay que señalar que fue la propia directiva del emblemático enclave deportivo europeo en México, quien ofreció sus instalaciones para el evento.
SUMAR O CONTINUAR EN SECESIÓN, RUTAS A ESCOGER
Insistente en los tags «sumar» y «comunicar», Antonio Flores dio sus primeras pinceladas a lo que anuncia como su total apertura informativa: » Hemos iniciado una nueva ruta en la comunicación, en la que les pedimos a los medios halagar a las y los jugadores, a los entrenadores, a los padres de tenistas y NO a los dirigentes…Una ruta a desarrollar conforme a proyectos surgidos precisamente del intercambio entre asociaciones y clubs, manteniéndolos siempre enterados de lo que cada uno de ellos hace con su programática…por ello nos encontramos ya en pláticas con Mextenis para volver con el apoyo al Abierto Mexicano de Acapulco y al nuevo ATP Los Cabos…»
En un franco reclamo a clubs y asociaciones que viven en el pasado de las inercias, en la creencia de que los campeonatos por su pura tradición se hacen solos, Flores exhortó a todos los Consejos Directivos del planeta tenis mexicano al intercambio de experiencias y perspectivas que, a la larga, los acerquen entre si hasta lograr una meta de toma de decisiones colegiada.
Por otro lado, en breves intervenciones de cronistas, se invitó al presidium a reflexionar sobre los tradicionales obstáculos que entorpecen la suma de voluntades por las que clama Flores: al interior de los propios medios «tan necesarios para existir», las divergencias y cínicos vetos de aquellos cuyo candidato perdió la dirigencia de FMT; en la mediática plena, una insultante inequidad entre los torneos «grandes», patrocinados por consorcios multinacionales, y los campeonatos juveniles-infantiles apenas apoyados por un par de empresas nacionales y muchos «changarros». Ejemplo: en medidas de papel periódico, a los Futures y Challengers las columnas de ocho; al circuito de campeones, un octavo o menos de plana. Sólo los nuevos Internacionales como el de San Luis Potosí y León, supervisados por ITF, han recibido una atención mejor equilibrada.
Finalmente, en el mismo contexto sumatorial proclamado, pero también por parte de los agasajados comunicadores, se recalcó que el papel de las Asociaciones, ante todo, es el de la detección, búsqueda y obtención de patrocinios. Sumar voluntades de los asociados no significa ponerse de acuerdo en el otorgamiento de wild cards para familiares y amigos, por ejemplo.
EL CLUB ALEMÁN, LISTO PARA VOLVER COMO SEDE
Visitar el Club Alemán da pie a la nostalgia y a recordar grandes hazañas de la escuadra nacional, destacando de entrada la victoria por 3-2 conseguida ante Alemania en marzo de 1986, batalla donde al comando de Raúl Ramírez se consagraron las figuras de Leonardo Lavalle, Francisco Maciel y Fernando Pérez Pascal al sellar el triunfo ante los germanos Andreas Maurer, Michael Westphal y, ante el estupor mundial, el superestrella Boris Becker, quien sólo salvó su single.
El buen karma configurado en el Alemán prosiguió en julio de 1989, fecha cuando México derrotó 4-1 a Rusia y elevó a las alturas a Jorge Lozano, quien ganó sus dos partidos de singles y el dobles con Leo Lavalle de pareja. Seis años después, las dos ultimas series jugadas en la sede de Tepepan, en septiembre de 1995, signaron triunfos para México ante España y Argentina. La tríada de Lozano, Lavalle y Luis Herrara dieron cuenta de la escuadra ibérica por 3-2, mientras que por idéntico marcador Oscar Ortiz y Alejandro Hernández despidieron al equipo albiceleste.
Hoy, con instalaciones renovadas tras de dos décadas, el Club Alemán de México abre sus puertas a la nueva ruta que pretende una Federacion Mexicana de Tenis cuyo primer distintivo es convocar, proponer y recibir propuestas que potencien un tenis más de la sociedad civil, de las asociaciones, de los clubs, de los ardientes protagonistas del más hermoso deporte y no el de una disciplina sujeta a los vaivenes de la sociedad política.