Con la idea de preservar el patrimonio cultural de Francisco Gabilondo Soler, más de 50 artistas en escena, entre actores, bailarines, coros y músicos, el próximo Día del Niño se llevará a cabo el Gran Show Infantil Cri-Crí en el cual el público yucateco podrá disfrutar de los temas clásicos del grillito cantor en el Paseo Verde.
Se trata de una fantástica historia que la abuelita lee a sus nietos, que trata sobre unos niños que vienen de otra galaxia para investigar qué está pasando en la Tierra que los menores están tan tristes. Estos seres, encuentran a uno de los niños más tristes del planeta y descubren que al encender el radio que ellos portan, los infantes ríen, por ese motivo les obsequian el aparato que los mantendrá felices al escuchar música.
El espectáculo es multidisciplinario y reúne a importantes artistas locales como a los actores Yatzaret Castillo, Raúl y Marimar Uranga, así como a los pequeños Braulio Hernández Cota, Diego Gómez y Marian Serna. Participan también la Mérida Big Band, de Ranier Pux, quien ha hecho los arreglos de la música que será interpretada en vivo; además de la destacada participación vocal del coro Voces en escena de Víctor González, y la plasticidad dancística del ballet clásico de Yucatán que dirige Héctor Hernández. Más de 50 artistas participan en el espectáculo, homenaje a Francisco Gabilondo Soler. Las canciones clásicas de Francisco Gabilondo Soler se escucharán en un espectáculo multidisciplinario con artistas e integrantes locales. A través de cartas y fotografías, el escritor Gerardo Australia recupera, en su más reciente libro, la imagen de Francisco Gabilondo Soler (1907-1990) como un personaje cien por ciento humano.
Al presentar su obra “Francisco Gabilondo Soler. Su obra y sus pasiones; una herencia para México” en la Fonoteca Nacional, Australia explicó que la intención de este ejemplar es que los lectores conozcan la parte humana del creador de “Cri-Cri”, no solo al personaje.
“Francisco Gabilondo Soler fue una persona muy interesante, compleja y polémica, ésto último, porque era prácticamente antisocial, lo que dejaba mucho margen para que la gente hablara bien o mal”, aseguró el autor.