- El verdadero obstáculo es la ausencia de una política que privilegie el diálogo, señala Jalil Chalita, director de Vinculación con la Sociedad del CDE del Partido Acción Nacional
- En los últimos días los potosinos hemos padecido innumerables manifestaciones, desde grupos de taxistas hasta vendedores ambulantes, algo que nunca antes se había visto
Aunque Jalil Chalita Zarur reconoció que las marchas y manifestaciones en la capital generan “tensiones e inconformidades”, aseguró que el verdadero obstáculo es la ausencia de una política que privilegie el diálogo.
“”, expresó el director de Vinculación con la Sociedad del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional.
Indicó que algunos funcionarios reciben las quejas, las atienden pero no las solucionan y es por ello que se rezagan todas estas demandas.
Desafortunadamente –dijo- las autoridades les mienten, por lo que la gente no encuentran otra manera de hacerse escuchar más que manifestándose.
También indicó que las manifestaciones en si no constituyen el principal problema para el libre tránsito de la ciudadanía, sino que se requiere un sistema de transporte que favorezca la intermodalidad, en condiciones de calidad y accesibilidad pública.
Por ello, señaló, culpar a los manifestantes de los problemas de vialidad no sólo carece de sustento, sino que “redunda en actitudes discriminatorias, segregacionistas, criminalizantes y estigmatizantes”.
Lo anterior, añadió, contribuye también para desvirtuar las exigencias de los grupos que protestan, así como para deslindar a la autoridad de su responsabilidad de proteger los derechos humanos de quienes expresan sus inconformidades.
Insistió en que las calles y espacios públicos de la capital potosina no son únicamente “ámbitos de circulación”, sino también espacios de “participación” que resultan susceptibles de “apropiación simbólica o física”, por lo que los “costos y molestias para terceras personas, en principio, deben ser toleradas y respetadas, en pro de la cláusula democrática que rige nuestra convivencia como sociedad”.
Admitió que este tipo de afectaciones causadas por las manifestaciones, son parte necesaria de la mecánica de una sociedad plural, donde conviven intereses diversos, muchas veces contradictorios.
Y ante dichas tensiones “la actuación de la autoridad debe enfocarse a permitir el ejercicio armónico de ambos derechos (el de manifestación y el de movilidad), por lo que debe diseñar planes y procedimientos operativos adecuados, que faciliten el derecho de reunión, afectando en la menor medida de lo posible el derecho a la movilidad”.
Entre esas medidas de conciliación de derechos, Jalil Chalita Zarur sugiere, por ejemplo, realizar operativos de reordenamiento del tránsito peatonal y vehicular, mientras las protestas se realizan, así como optimizar sistemas de transporte público que puedan atender a los ciudadanos varados por las manifestaciones, y también promover el establecimiento de horarios de trabajo flexibles y diferidos, cuando existan protestas.
Y es que, añadió, quienes viven y transitan por las calles de la capital potosina tienen el mismo derecho de utilizar el espacio público, que el que tienen las personas que ejercen el derecho a la libre expresión y reunión, en el marco de una manifestación.”