Baja FMI previsión del PIB para México: Oya Celasun

El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó una vez más su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana. Al dar a conocer la actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial (WEO), estimó que este año México crecerá 2.4% desde 2.6% previsto en enero. También ajustó su pronóstico de crecimiento para el próximo año al pasarlo de 2.9% a 2.6 por ciento.

Esta es la tercera ocasión en el mismo mes en la que especialistas reducen sus pronósticos de crecimiento para  México. El pasado 1 de abril los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) rebajaron sus expectativas de crecimiento para la economía del país para este año y el próximo.

En la encuesta de marzo el consenso de los analistas ajustó el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) para 2016 de 2.49% que preveían el mes anterior a 2.40 por ciento. Mientras que para 2017 anticiparon un crecimiento de 2.96% en lugar de 3% como lo habían mencionado en la encuesta previa.

Además, el día 8 de este mes, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) redujo las expectativas de crecimiento del PIB para 2016 de México, de 2.6% a 2.3 por ciento.

A más largo plazo, para 2021, el FMI predijo un crecimiento económico para México de 3.1 por ciento.

El Fondo consideró necesario que las economías de mercados emergentes deben mantener las mejoras en los niveles de vida ganados con tanto esfuerzo.

Los países exportadores tendrán que hacer ajustes sustanciales al gasto interno y en algunos casos ajustes fiscales basados en una combinación de recortes al gasto y aumento de ingresos. “Si se imprime más eficiencia al gasto del sector público y se amplía la base de recaudación para incluir actividades ajenas a las materias primas, el ajuste será menos penoso”, advirtió.

Oya Celasun, directora de la división de estudios mundiales del FMI, señaló que el pronóstico para México fue reducido debido al impacto de factores externos como la caída del precio del petróleo y un debilitamiento del sector industrial estadounidense, pero aclaró que más adelante México tendrá un desempeño “robusto” gracias a la competitividad de su divisa y a su integración con la economía estadounidense.

El FMI pronosticó también que en América Latina y el Caribe, la caída de los precios petroleros se ubicará este año en 32%, tras el desplome de 47% experimentado en 2015.

Brasil arrastra a Latinoamérica

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ensombreció su mirada hacia América Latina, revisando a la baja su proyección del desempeño económico de la región, que, arrastrada por Brasil y Venezuela, caerá por segundo año en 2016, antes de rebotar a terreno positivo en 2017.

Estimó que el PIB del conjunto de países latinoamericanos y caribeños decrecerá 0.5% este año, una caída mayor a la de 0.3% publicada por el organismo en enero.

En Brasil se espera una caída de la economía de 3.8% —resultado idéntico a 2015—, a medida que el desempleo aumenta y “las incertidumbres domésticas” dificultan la toma de correctivos en el gobierno de Dilma Rousseff, que paralelamente batalla por su supervivencia política.

El Fondo explicó que, si bien la previsión de enero para el conjunto de países de América Latina se mantuvo, lo que empeoraron fueron los pronósticos para el país sudamericano.

Además de Brasil y Venezuela —cuya economía se espera caerá 8% en 2016—, otros países productores de la región se verán afectados: la economía de Colombia se desacelerará pero se mantendrá en la senda positiva con 2.5% de crecimiento, mientras que Ecuador se unirá a los países en contracción, con una caída de 4.5% en 2016, indicó el Fondo.

Prevén Inflación de 2,200% en Venezuela

La economía venezolana se encuentra en una espiral inflacionista que ya no parece tener techo. Las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntaron en enero que este 2016 se batiría un récord al llegar a 720%, es decir, que los precios se multiplicarían por ocho, pero el informe presentado este martes en Washington va más allá y eleva la tasa hasta 2,200% en 2017. Para los años siguientes la situación se agudiza hasta llegar a 4,600% de inflación en las proyecciones de 2021.

Esta situación hiperinflacionista se da en un contexto de hundimiento de la moneda, el bolívar venezolano, que ha perdido prácticamente todo su valor desde la llegada al poder de Nicolás Maduro, en 2013. El tipo de cambio oficial se sitúa en los 6.3 bolívares por cada dólar, en el mercado negro el billete verde se intercambia por cerca de 800 bolívares. Eso significa que la divisa vale en realidad 1% de lo que dice el cambio oficial. Y los sueldos no han subido así.

Según el informe de previsiones del FMI, la economía venezolana caerá 8% este año y 4.5% para 2017.

Aunque cuenta con las mayores reservas de petróleo del planeta, Venezuela atraviesa una aguda escasez de productos básicos, que economistas atribuyen a los estrictos controles de precios y divisas. “La incertidumbre política y el renovado declive en el precio del petróleo han agravado los desequilibrios macroeconómicos y las presiones”, destaca el FMI en su informe. Así, el mercado de trabajo también sufrirá un desplome y la tasa de paro se disparará este año en 10 puntos porcentuales, de 7% a 17 por ciento.

En 2017 llegará a 20 por ciento.