Impunidad e injusticia

Este fin de semana, el ya muy conocido Javier Arturo Fernández, padre de Daphne Fernández, durante una entrevista con el periodista Jorge Ramos para Univisión, responsabilizó otra vez, al gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa por la impunidad de que gozan los cuatros jóvenes que han confesado –como demuestran al menos dos videograbaciones caseras–, haber abusado sexualmente de Daphne hace más de un año.
En esa misma entrevista, Fernández solicitó la intervención del presidente Enrique Peña Nieto para que se le haga justicia a su hija y a su familia.
Sin embargo, es algo en lo que Peña Nieto no meterá las manos a menos que obtenga un beneficio directo, en tanto, Duarte acumula una y otra cosa mal y resta con acelerada velocidad a las 99 obras de Gobierno que él decía se habían hecho bien, durante su administración.
La raíz de este caso es muy simple y se extiende por todo el país. Todo se cuece en las cloacas y drenajes de la justicia mexicana en dónde no sólo los jueces pueden llegar a prácticas corruptas, sino también los administrativos que en el juzgado laboren. A un caso aceptado e iniciado por un juzgador, no se le puede dar carpetazo, pero puede frenarse en su evolución por múltiples razones, desde que se “traspapela” un documento hasta que no hay notificadores para dar aviso a los demandados.
Debo de confesar, que como el padre de Daphne, yo también en determinado momento de mi vida, quería que interviniera en un desacuerdo civil hasta Dios, los ángeles y más, para que la justicia no se torciera más de lo que se estaba doblando, porque ni esta misma garantiza a los querellantes de lo que presume: imparcialidad, prontitud y la vista de un solo juez.
El caso de Daphne nos muestra cómo es que se tuvo que llegar a litigar a los medios para atraer no sólo la atención pública, sino incluso, la intervención hasta ahora inconexa y lenta de la fiscalía de Veracruz.
Daphne ya ha sido re victimizada por su exposición pública pero justificada ante la justicia que no llega y lo será de nuevo si tuviera que declarar ante un juzgado y encararse a sus victimarios.
Es cierto que en México pesa el poder y el dinero para salir impune luego de cometer un delito, pero no es la única posibilidad, con mucha facilidad se puede corromper hasta quien integra un expediente o debe hacer una notificación.
Entendemos entonces, porqué los criminales llevan ventaja.
Acta Divina… La Fiscalía de Veracruz investiga a Jorge Cotaita Cabrales, Gerardo Rodríguez Acosta, Diego Cruz y Enrique Capitaine, estos dos últimos presuntamente fugados a España y Texas, por abusar sexualmente de una menor de edad en Boca del Río. “Seremos implacables y eso será en unas cuantas horas. Estamos chambeando; aguanten por favor… Seremos implacables», aseveró Luis Bravo Contreras, procurador de Justicia de Veracruz.
Para advertir… Y seguimos jugando el juego.