Siete cosas que nadie te dice sobre la noche de bodas: Después de esto ya nada será igual

Llegó el momento que tanto
habías esperado (sí, no lo
puedes esconder). Por fin terminó la boda, la fiesta fue un éxito, y ahora, tú y tu prometido, se dirigen a tener un momento de privacidad para celebrar la tradicional noche de bodas.

Si creías que todo era miel sobre hojuelas, fantasía y color de rosa, aquí te contamos 7 cosas que nadie te dice sobre la verdad de esta “súper” noche.

Te lo han pintado maravillosamente en las películas y los libros, pero ¿realmente la noche de bodas es tan espectacular como piensas?. Después de leer estas 7 cosas ¡ya nada será igual!.

1.- Estarás triste (probablemente).
¡Imagínate! El día que habías soñado por tantísimos años ya terminó, ¿y ahora?. Seguro llegarás a la noche de bodas con un poco de melancolía y ganas de llorar (literal).

Es probable que sólo quieras que tu novio te consienta y te abrace mucho; al final de cuentas te lo mereces, ¿o no?. Después de tantas emociones, no tendrás espacio en la cabeza para pensar en sexo.

2.- Habrás tomado de más.
Como bien lo sabes, el alcohol te relaja (a veces más de lo que te gustaría). Si la fiesta en tu boda estuvo buenísima, entonces seguramente estarás con copas de más y, probablemente, no estarás en la mejor disposición para encender la llama de la pasión en tu noche de bodas. No te creas, tu novio estará igual o peor que tú.

Si esto pasa, mejor desinto-xíquense para que no amanezcan crudos al día siguiente.

3.- Estarán cansadísimos.

Después de una fiesta de ocho horas, tu energía no es la misma.

Cuando termine la recepción y lleguen a su casa, cepa u hotel, lo primero que querrán hacer es tirarse a la cama para dormir como bebés. Tanta presión, expectativa y emociones saldrán a flote en la noche de bodas, así que si no hay mucha pasión a la mera hora… ¡déjalo para después!

4.- No tendrás privacidad.
¿Te acompañarán muchos familiares en la boda?. ¡Olvídate de una buena noche de bodas!. Todos querrán pasar el mayor tiempo posible con la feliz pareja, platicar de cómo se sintieron en la boda, qué planes tienen para el desayuno, cuando empiezan con los hijos, dónde van a vivir, etc.

En vez de tener unos momentos en completa intimidad, prepárate para unas horas de conversación extendida y muchas (¡muchas!) preguntas.
5.- Seguro no estarás vestida para la ocasión. Todas sabemos que la ropa interior para el día de la boda, sobre todo para llevar con tu vestido de novia, no es la más sexy del mundo. Seguro cuando llegues a la habitación con tu ahora esposo tendrás que tardarte horas para quitarte todo el armatoste que traes y enfundarte en un conjunto muy sexy.

Créenos, tan sólo de pensar en el tiempo que pasarás quitándote el vestido, querrás dejarlo para otro día.

6.- No podrás deshacerte del peinado.
Si elegiste una melena suelta, ¡qué mejor! Ahora, si optaste por el recogido más hermoso y complejo de la historia, prepárate para apartar un par de horas en la noche con el fin de deshacerlo.

Con tantos prendedores, pasadores y detalles que ta hayan puesto, seguro a la mitad de la osadía ya no sabrás que hacer con tu grandioso peinado.

7.- Estarás muriendo de hambre.
Bailaste, saludaste a todo mundo y tomaste más de lo que debías, seguro querrás echarte unos buenos tacos con tu esposo antes de iniciar la noche de bodas.

Después del festín que disfrutes en su compañía, lo único que querrás será dormir y disfrutar esa cena que te supo a gloria. ¡En serio!.