El pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó el amparo a la empresa Rubicón, con el que solicitaba autorización para la siembra, cultivo y cosecha del enervante para desarrollar, importar, exportar y vender en México, medicinas y tratamientos a base de mariguana. Fueron seis votos en contra de la aprobación y cinco a favor.
Un fallo a favor hubiese abierto la puerta para que más empresas, a través de juicio de garantías, pudieran investigar, producir y comercializar productos derivados de la cannabis o tetrahidrocannibol.
El ministro presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Morales, señaló que a pesar de la negativa, no se definió una posición en relación al uso del enervante con fines medicinales, ni se pronunciaron por la prohibición absoluta de la hierba con objetivos terapéuticos.
Durante tres días, la discusión se entrampó, ya que un grupo de ministros afirmaba que la empresa amparada no tenía facultades para hacer la solicitud, destacando que sólo se conformó como parte de un “litigio estratégico” para que el máximo tribunal se pronunciara sobre el tema.
Al emitir su resolución, los ministros que rechazaron el amparo coincidieron que la violación al derecho a la salud argumentada por los quejosos no se demostraba. Indicaron que la empresa no acreditó dedicarse a la protección a la salud, ya que como persona moral carecía de autorizaciones y en sus actividades reales nunca habían producido o comercializado medicamentos. Destacaron que en todo caso, el amparo debió promoverse desde del ángulo de la libertad de comercio, de industria o empresa. Además, precisaron que las compañías no pueden impugnar violaciones al derecho constitucional a la salud.
Eduardo Medina Mora, al final, explicó que con la resolución emitida no buscan frenar los llamados “litigios estratégicos” (que él llamó emblemáticos de alto impacto) señalando que este tipo de procedimientos impulsan el desarrollo social y el orden jurídico del país.