México: riqueza extenuada, población encarnecida

Esto ya no es un país. Querámoslo aceptar o no, vivimos en una región despedazada, esquilmada por unos cuantos villanos que quieren chupar hasta la última gota de una riqueza natural antes abundante; hoy menguada, extenuada, subastada a grupos transnacionales insaciables, a través de los testaferros nativos, a quienes cubrimos de oro, incienso y mirra.
La población ha sido humillada de una manera cruel y degradante; simplemente escarnecida. En todos los rincones de nuestra geografía, el olor a la traición, supera al que despiden más de ciento cincuenta mil cadáveres torturados y masacrados por las bizarras decisiones de una partida de mequetrefes que no conocen ni la o por lo redondo.
Los carteles mexicanos de la droga, nuestro «flamante» producto de exportación, exhiben cada día que pasa, a un gobierno ineficaz, corrupto y ñoño, sin algún acabado. Beligerante en la forma, pero absolutamente indefenso por complicidad y por sus acciones de distracción, en su verdadero fondo.
El espíritu de Huitzilac, el fantasma de la Ciudadela y su decena trágica, rondan la República. Mientras, la expansión del narco de talla mundial ha invadido Norteamérica, todo el Continente latinoamericano e innumerables regiones norafricanas y europeas.

FFAA: Un civil ejerce todas las
funciones de Presidente

Los gobernadores, con «cara de what?», catatónicos,? no mueven un dedo, por miedo cerval o por evitar ser engañados como Oso..rio Chong, cuando, junto con sus cuates, desde el Palacio de Pachuca el ambicioso gobernante, haciendo las cuentas de la lechera, compró los terrenos del nonato Aeropuerto de Tizayuca y de la refinería de Tula, y se quedó como novio de rancho, sólo con el zacate y las bardas.
Los antes apapachados militares de alta graduación están desconcertados. Su papel de Tancredos y guardaespaldas de los traficantes, los ha despojado de toda dignidad, arrojo y amor por la camiseta verde olivo. Son esperpentos, caravanas y escoltas del negocio del trasiego, única fuente del circulante monetario.
Los altos presupuestos que les destina el Congreso a las Fuerzas Armadas –muy por encima del gasto social y del de infraestructura– se los administra, en favor de almibarados marinos egresados de Annapolis, Columbus o Panamá, un civil que desde la SHCP ejerce todas las atribuciones del Presidente, Vi(rey)garay, un Robespierre moderno, sólo que disléxico e ignorante.
Los marinos de chocolate, simples monitores de computadora, egresados de la Academia Naval de Annapolis, Maryland o de la escuela de contrainsurgencia panameña, son los consentidos presupuestales de la actual Administración. Es la forma en que el virreyito ejerce el poder del dinero para desconcertar, intrigar y dividir a su favor.
Vi(rey)garay encona el recelo de los militares que dependen de la Secretaría de la Defensa Nacional y los enfrenta, en la lucha por el presupuesto, con los consentidos que dependen de la Marina Armada. Entre las patas, «el financiero más astuto del planeta”, se lleva lo poco que queda de la seguridad nacional. Todo, por una lucha de maleta$.

Los Zetas y su entrenamiento gringo en Panamá

A pesar que, de todos es conocido el episodio que, en 1999, protagonizó Heriberto Lazcano, “el Z-3”, egresado con todos los honores de la academia contrainsurgente panameña, cuando encabezó la banda que desertó del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) para integrarse a las pandillas de narcos mexicanos, hasta hacer otro Estadito.
La Academia panameña no es otra que la sucursal de la Escuela de las Américas, cuya matriz se ubica en Fort Benning, en Columbus, y de ella, igual que “El Z-3”, fueron egresados “distinguidos elementos”, condecorados al calor de la represión y la muerte.
En Panamá la llaman Fort Gulick, y se enclava en el lado Atlántico de la Zona del Canal. Manuel Noriega,? de tristes recuerdos, defenestrado por no compartir la copa con sus valedores de la CIA; Vladimiro Montesinos, el asqueroso represor, “padrino” peruano del espantajo televisivo” Laura de América”…
… Hugo Banzer, el dictador boliviano; Roberto Eduardo Viola, que como Presidente por tres años en Argentina dejó 30 mil desaparecidos; Héctor Gramajo, que dio feroz persecución y muerte selectiva a indígenas y religiosos guatemaltecos… forman una larga lista de quienes se hicieron especialistas en “operaciones de contrainsurgencia”, “interrogatorios militares” y “operaciones en el monte”, entre otras cátedras eminentes que se imparten en esa Institución del coloniaje.

Narcos despachan desde los
escritorios de los poderosos

Todos, es un rumor confirmado y aceptado en América Latina, forjaron su carácter a base de ser torturados y vejados por sus propios instructores. Toda una claque de sadomasoquistas, torturadores y homosexuales, con charreteras, galardones y entorchados, conquistados a base de extrañas disciplinas, dignas de un manicomio.
Lo primero que hacían al egresar de la Academia, era buscar con quien desquitarse, siempre y cuando no estuviera armado. Es una actitud reiterativa de afiebradas mentalidades militares o paramilitares, como las que se incubaron entre los alumnos del Pentatlón mexicano, a cargo del también toluquita Jorge Jiménez Cantú.
Muchas de las víctimas de esos descastados, ocupan posiciones de realce, «luchando» contra las adicciones o ejerciendo el poder, precisamente entre los que deben de combatir a los amos del trasiego, que a esta hora ya saben de qué pata cojean.
Los que dirigen las políticas bélicas del Imperio, tienen unos sistemas de comunicación ?que les hacen saber que desde el Río Bravo, hasta la Tierra del Fuego, todos los que tienen tres dedos de frente saben que los narcos despachan en los mismos escritorios de quienes ordenan a los sicarios, de quienes dirigen las naciones.

Y las que eran clases medias, a punto de reventar

Lo que antes eran las clases medias y hoy son llamados los menos pobres de los pobres, están a punto de reventar. Las crisis nunca les habían llegado a los aparejos. Antes, la marea nada más llegaba hasta los jodidos, y éstos no protestaban, aguantaban todo.
Hoy, las clases medias –o las que antes se conocían como tales– han visto reducir sus salarios, sus ingresos, su capacidad de compra, su posición competitiva, su expansión empresarial y han visto crecer su estado de indefensión, ante un ogro estatal que los sujeta y exprime en cautiverio.
A merced de cualquier capricho del gobiernito que se cree todavía, López Portillo dixit, dueño del timón y hasta de la tormenta… ¡como un ?Poseidón moderno!

Iniciativa Mérida, con “moche” para Felipe Calderón

Para nuestra desgracia, los Estados Unidos son el espejo donde se reflejan los desvergonzados sin pizca de dignidad nacional, los que jamás han luchado contra el hambre, ni por la liberación colonial, como sucede entre los gerentillos políticos mexicanos.
Nuestros diplomáticos y «hombres de Estado» callan vergonzosamente, mientras reciben los mendrugos de la ignominiosa Iniciativa Mérida? –¿de cuanto fue el «moche», Felipe Calderón?– el resumen y estandarte de la deletérea pantomima de «guerra contra el narco».
La población escarnecida y su extenuada riqueza, son espectros testimoniales de esa rapiña, envuelta en mortajas ?pestilentes entre las ruinas de lo que alguna vez quiso ser un país.
¡Y desde ese hoyo, no nos saca nadie!? ¡Es el programa marco que nos arrastra hasta el fondo de los infiernos!

Índice Flamígero: Mi más sentido pésame al colega Francisco Zea por el fallecimiento de su señor padre. ¡Abrazo solidario! + + + Debido a la caída en el ingreso de los hogares, la pobreza e indigencia aumentaron en México en el último lustro, periodo en el cual ambas condiciones disminuyeron para el promedio de países de América Latina, reveló el martes 23 de marzo un reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El problema de la pobreza en México es más estructural que coyuntural. El crecimiento en el número de personas que viven en esa condición es parte de un proceso de erosión salarial, alta tasa de natalidad entre la población marginada y que las transferencias de recursos del Estado a los más pobres por conducto de los programas sociales no compensan la baja del ingreso.