¿Usar o no pantiprotectores femeninos?

El deseo de mantener su ropa interior limpia y libre de malos olores, o bien, de sentirse protegidas en caso de que su periodo menstrual inicie de manera inesperada, lleva a algunas mujeres a utilizar pantiprotectores femeninos todos los días; sin embargo, algunas los usan con tanta frecuencia que en vez de cuidar su higiene íntima femenina, terminan poniéndola en riesgo.
Probablemente muchas ignoran que uno de los riesgos de usar pantiprotectores femeninos a diario está relacionado con la humedad vaginal; la razón es que cualquier objeto que atrape la humedad y el calor en la vagina, favorece el crecimiento excesivo de agentes que dañan la salud, por ejemplo, el hongo Candida (también llamado levadura).
Aunque normalmente existen pequeñas cantidades de levadura y otros organismos en esta zona del cuerpo, cuando su presencia sale de control se reproducen de forma excesiva convirtiéndose en una de las causas de infecciones vaginales.
No obstante, es importante señalar que además del uso permanente de pantiprotectores, el equilibrio de organismos en la vagina también puede alterarse por factores como:
Uso de antibióticos (para tratar acné, infecciones de garganta y oído, e incluso, infecciones vaginales), porque pueden matar las bacterias normales en la vagina y permitir que la levadura crezca.
Obesidad y sobrepeso.
Anticonceptivos.
Diabetes.
Embarazo.
Infección por virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Empleo de ropa interior ajustada hecha de material como nylon o lycra, que atrapa humedad y calor sin liberarlos.
Otras desventajas de usar pantiprotectores femeninos
En condiciones normales, el flujo vaginal cumple diversas funciones, desde limpiar y humectar la vagina, hasta ayudar a prevenir y combatir infecciones gracias al nivel de acidez (pH) que posee, es decir, en condiciones saludables el pH vaginal debe ser bajo para impedir que crezcan bacterias causantes de enfermedades.
Generalmente su color, textura y cantidad cambia a lo largo del ciclo menstrual; sin embargo, algunas modificaciones pueden revelar la presencia de un trastorno.
Si acostumbras llevar puestas toallitas protectoras todo el tiempo, podrías pasar por alto características del flujo vaginal que advierten la presencia de un problema como:
Cambio en el olor (en especial si es desagradable).
Modificación en el color o la textura (sobre todo, si se vuelve verdoso, grisáceo o semejante a pus).
Textura espumosa o semejante al requesón.
Es importante señalar que un flujo vaginal anormal debe ser atendido por el médico (ginecólogo), ya que podría estar relacionado con infección, especialmente si se acompaña de picazón, ardor, hinchazón o enrojecimiento vaginal, además de flujo premenstrual, o bien, secreciones vaginales que no corresponden al periodo menstrual.
Uso adecuado de las toallas femeninas
¿Por qué usar pantiprotectores? Naturalmente, sentirse frescas y cómodas cualquier día es la respuesta de la mayoría de mujeres. No obstante, pueden conseguir esta protección siempre que recurran a ella de manera adecuada. Si quieres obtener solamente beneficios de los pantiprotectores diarios, toma en cuenta los siguientes tips:
Pantiprotectores femeninos, Higiene íntima
Cámbialos con frecuencia. Hay días tan complicados o llenos de estrés que olvidamos necesidades tan básicas como salir de la oficina a comer o ir al baño para cambiar la toalla femenina. Cuando un pantiprotector permanece en tu cuerpo largas horas, la humedad que conserva va en aumento a cada minuto y aunque no experimentes molestias, a largo plazo corres el riesgo de sufrir desde una simple irritación en tu zona íntima, hasta infecciones vaginales.
Considera el material con que están fabricados. Aunque todos estén pensados para estar en contacto con la zona íntima femenina, la variedad de diseños, texturas, cubiertas y capacidad de absorción es tan amplia como mujeres en el mundo. Busca el modelo que más se adapte a tus necesidades, y adquiere una buena dotación para que puedas cambiarlo con frecuencia.
¡No exageres con los olores! Aunque escuches mensajes sobre la conveniencia de usar productos especialmente formulados para higiene vaginal, la vagina se limpia sola y de manera natural al producir una sustancia mucosa (elimina sangre, semen y flujo vaginal) de olor suave que generalmente nadie percibe, excepto cuando tienes alguna infección. Así que usar pantiprotectores las 24 horas no hará que esta secreción disminuya ni que su olor desaparezca.
Días de mayor flujo vaginal. El uso adecuado de pantiprotectores significa utilizarlos solamente cuando notas mayores secreciones vaginales o flujo premenstrual; en los otros días, bañarte a diario y vestir con ropa limpia serán suficientes para sentirte fresca y cómoda.
Evita el riesgo de enfermedades. Uno de los consejos sobre cómo prevenir infecciones vaginales es evitar el uso de productos que pueden causar sequedad, alergias e irritación, y las toallitas femeninas (sobre todo, si son perfumadas) están entre ellos.
Usa jabón suave y agua tibia. Mantener la vagina limpia no necesariamente significa oler como una florería o usar a diario toallas para protección femenina (desde luego, los días de tu menstruación son la excepción). Basta con lavarte a diario usando un jabón suave y agua tibia en abundancia; incluso, puedes comenzar el día con el baño tradicional y terminarlo con otra ducha para sentirte fresca y limpia.
Hazte fan de las prendas de algodón. Especialmente en climas cálidos, la ropa interior de algodón te mantendrá fresca gracias a que este material permite que la piel respire mejor (todo lo contrario a lo que sucede con telas como poliéster, rayón o seda). Si es posible, guarda en tu bolso o mochila una muda de repuesto para poder cambiarte si es necesario.
Probablemente llevas largo tiempo utilizando pantiprotectores femeninos a diario y no has notado problema alguno, por lo que las sugerencias que te hemos brindado te parecerán exageradas; sin embargo, quizá el ardor vaginal que has sentido últimamente, o ese dolor al tener relaciones sexuales, estén relacionados con algún problema de salud que ha pasado desapercibido.

En ocasiones las infecciones vaginales no causan signos demasiado severos, de manera que la única forma de saber si están presentes es acudir con regularidad al médico para que pueda evaluarte y detectar cualquier problema de salud, así como ofrecerte consejos para que tu higiene vaginal esté libre de riesgos en todo momento.