Creatividad, fundamental en proceso: enseñanza-aprendizaje  

“Las disciplinas de bibliotecología y archivística necesitan del elemento de la creatividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje”, destacó el doctor Jaime Ríos Ortega, director del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información de la UNAM, durante una charla que impartió en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

El doctor Ríos Ortega mencionó que una preocupación importante en las disciplinas de bibliotecología, así como de la archivística es la enseñanza y el aprendizaje, por lo que menciono que los colegas especializados en  estas áreas fijan un conjunto de temas desde sus respectivas experiencias académicas, desde sus contextos de investigación y van desahogando cada uno de estos puntos que se consideran relevantes, sumando elementos fundamentales como la creatividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje para la mejor captación en los alumnos, y a favor del profesor.

“Buscamos tener un contacto con los profesores y los alumnos para hacer un trabajo de divulgación especializada con los temas que tratamos, en esta ocasión un tema fundamental es la creatividad para la enseñanza y el aprendizaje. Que puede hacer más divertido, más bello, e interesante para los estudiantes y para el propio profesor el desempeño de su trabajo, y para que los alumnos también se vean beneficiados del trabajo académico que desarrolla el profesor sobre la base de líneas que sean más importantes en términos de los contenidos que le aporta, pero también en los métodos y formas con que trabajan”

Indicó que hay ocasiones en que los contenidos para los alumnos no tienen por qué ser necesariamente algo con lo cual ellos se sientan identificados, y es gracias al trabajo del profesor que los alumnos se acercan a estos contenidos e incluso llegan a apasionarse de tal modo que surgen las tesis y las vocaciones.

Asimismo, el doctor Jaime Ríos Ortega, señaló que la creatividad en las áreas de las ciencias de la información, es enteramente igual a lo que hacen los artistas que buscan un estilo o una forma novedosa de representar el mundo ,su contexto o su trabajo estético, y a lo que hacen los científicos cuando proponen un problema y lo solucionan: “se parece mucho a lo que hacen los humoristas, capaces de encontrar una paradoja, y que generan gracia; en este sentido, los académicos somos capaces de identificar fracturas en el campo del conocimiento a partir de los cuales buscamos formas de dar a entender a los demás, pero primero hay que trabajar y luego dar soluciones”.

Añadió: “Buscamos muchas veces a partir de un chiste llevar a los alumnos a un trabajo de reflexión, y luego en éste tenemos que buscar la forma de llevar al estudiante a que aprenda a plantear problemas y solucionarlos del modo más elegante, todo esto implica trabajo, por lo que buscamos formas que sean amables, divertidas que nos den entendimiento, un estilo y una dirección para que el estudiante se sienta ubicado”.

Finalmente el director del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información de la UNAM, mencionó que el contacto entre instituciones afines permite la formación de redes de trabajo académico en las cuales participan colegas del área de otros países: “nuestro interés es organizar una agenda de investigación en un conjunto de temas que consideramos interesantes para la disciplina”. Puntualizó.