Celebra la OFUNAM 80 años de su fundación

Arropada por un vibrante y festivo ¡Goya!, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM) celebró la víspera su 80 aniversario y el 40 de su sede, la Sala Nezahualcóyotl.

Bajo la dirección huésped de Bojan Sudjic, la agrupación protagonizó además el estreno mundial de la obra “Ríos y vertientes”, de Samuel Zyman, en lo que fue un memorable concierto.

Antes del recital, Fernando Saint Martin de Maria y Campos, director general de Música de la UNAM, agradeció la presencia del rector Enrique Luis Graue Wiechers.

“Agradezco a todas las personas que nos acompañan a este primer concierto conmemorativo por el 80 aniversario de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, así como por el 40 aniversario de la inauguración de la Sala Nezahualcóyotl”, expresó Saint Martin.

También destacó la presencia de Guillermo Soberón Acevedo, quien fue rector de la UNAM en 1976, año de la inauguración de la Sala de conciertos de la máxima casa de estudios.

“A nombre de la Coordinación de Difusión Cultural y de la Dirección General de Música felicito a todos los integrantes de la OFUNAM por estos 80 años de trayectoria”, dijo el funcionario.

La OFUNAM arrancó la velada con la primera parte de la “Obertura académica festiva, op. 80”, de Johannes Brahms, y el “Concierto para violín y orquesta no. 1 en sol menor, op. 26”, de Max Bruch, esta última contó con la participación del violinista Vadim Repin, originario de Siberia.

El violinista y la agrupación filarmónica tocaron con virtuosismo cada uno de los movimientos que conforman la pieza: I Vorspiel; Allegro moderato, II Adagio, III Finalle. Allegro energico.

Para la segunda parte del programa, las ovaciones no pararon, pues la OFUNAM tocó el estreno mundial “Ríos y vertientes”, de Samuel Zyman (1956), obra comisionada por la UNAM para conmemorar los 80 años de la agrupación.

Una pieza que se distinguió sobre todo por la alegría que se transmitió en cada una de las partituras, que el público respondió con fuertes aplausos, los cuales el director y los músicos compartieron con el compositor Zyman, quien subió al escenario para recibir esa ola de aplausos.

La fiesta continuó con la pieza “Danzón no. 2” y “Goyas”, ambas de Arturo Márquez (1950), que el público disfrutó enormemente, especialmente ésta última, pues fue el preámbulo para que al término del recital y al unísono el público y la orquesta lanzaran una festiva porra universitaria.

“Goya, goya, cachún, cachún, ra, rá; cachún cachún, ra, rá, Goya….Universidad!” se escuchó vibrar en el recinto, para luego, una ola de aplausos demandara el encore.

La emoción se desbordó cuando se empezaron a escuchar las notas del que es considerado el segundo himno nacional mexicano: “Huapango”, de José Pablo Moncayo, que cerró con alegría este festejo.