Comerciantes y funcionarios de instituciones bancarias de la calle de Álvaro Obregón, se manifestaron hartos de no obtener una respuesta seria por parte de la autoridad y del Fideicomiso para la Rehabilitación del Centro Histórico, que preside Horacio Sánchez Unzueta e indicaron que más que pedir una indemnización, si los tres niveles de gobierno y el patronato no pueden, que les autoricen a ellos hacer las obras y después que les paguen.
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No solamente los comercios de la zona han sido afectados por las sempiternas obras que iniciaron el pasado 10 de junio, hace más de 10 meses, sino también las instituciones bancarias, cuyas operaciones han disminuido a más de la mitad, porque sus clientes prefirieren acudir a otra sucursal, antes que entrar a la calle de Álvaro Obregón.
René Guajardo, gerente bancario afirmó que están cansados de no obtener respuestas serias e indicó que más allá de solicitar una indemnización, lo que quieren es que si las autoridades y patronato no pueden con las obras, que le permitan realizarlas a la iniciativa privada y al final les paguen la inversión.
Dentro de este contexto, dijo que se trata sólo de la rehabilitación de una cuantas cuadras, no de la construcción de un estadio deportivo multiusos.
El malestar creció luego que la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (Seduvop), diera a conocer que los trabajos no estarían concluidos para Semana Santa.
Los comerciantes de la zona se quejan de que sus ventas han disminuido en algunos casos hasta en un 80 por ciento, por lo que han tenido que recortar personal y en algunos casos hasta endeudarse para seguir sobreviviendo.
Afirman que no tienen confianza ni en las autoridades ni en el Patronato del Centro Histórico, pues se comprometieron a terminar las obras en diciembre; después que en febrero, luego dijeron que antes de Semana Santa y ahora tampoco se cumplirá con este plazo.
Finalmente, destacaron que es en Semana Santa, cuando los comerciantes logran recuperarse de la temporada de bajas ventas, pero con esta situación siguen operando con números rojos, por lo que sus negocios ya no están siendo redituables.